Tecomán, Col.

La disminución de los ingresos del gobierno federal se deben a la caída en los precios del petróleo y al escenario mundial económico y financiero, del cual no somos responsables, afirmó el presidente Enrique Peña Nieto. En el ajuste al presupuesto, aseguró, se privilegiará el mantenimiento de la actual política social, sobre todo para que quienes más lo necesitan sigan teniendo los beneficios y los apoyos dispuestos por su administración.

El mandatario habló ayer por primera vez del ajuste presupuestal anunciado el viernes 30 de enero por el titular de la Secretaría de Hacienda, Luis Videgaray. Lo definió como un acto de responsabilidad para mantener la estabilidad económica.

La disminución de ingresos públicos nos ha llevado a hacer ajustes y un recorte en varios programas y acciones del gobierno por sentido de responsabilidad, porque queremos que nuestro país siga gozando de gran estabilidad macroeconómica y sea ese el espacio idóneo para seguir impulsando crecimiento y desarrollo para las familias mexicanas, indicó.

Fuera de la ceremonia, el titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, Enrique Martínez, ubicó en 7 mil millones de pesos el recorte para esta dependencia, y se cuidará que no impacte en políticas específicas para pequeños productores.

A su vez, Rosario Robles reportó una limitación en el gasto de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) por alrededor de 3 mil millones de pesos, con repercusión especial en el programa de ayuda a adultos mayores, conocido como 65 y más y en el de zonas prioritarias.

En el contexto del mes de la Cruzada Nacional contra el Hambre, el presidente Peña encabezó el segundo acto para mostrar avances de esa estrategia y la entrega de tarjetas de los programas de la Sedesol.

Fue, con otras estadísticas relativas a Colima, el mismo formato de la ceremonia del pasado miércoles en Ciudad Hidalgo, Michoacán. También se congregaron alrededor de 6 mil personas, quienes aguardaron alrededor de tres horas la llegada del mandatario.

Aquí la diferencia fue una multitud efusiva. Desde la aparición del presidente Peña abundaron los aplausos, las porras, abrazos y demás expresiones de afecto. Tenemos Presidente, tenemos Presidente, coreaban sobre todo las mujeres.

Esto repercutió especialmente en el ánimo del mandatario. Les expresó de varias maneras su agradecimiento por apoyar y cobijar, por mostrarle calidez y hospitalidad al Presidente.

Son estos momentos, insistía, los que uno siempre se lleva en el corazón y lo alientan para dar lo mejor de sí en el fin de mejorar las condiciones del país.

Durante el discurso ponderó su coordinación con las autoridades locales, incluso en el tema de la seguridad, donde ubicó avances significativos para disminuir homicidios y robos, aunque admitió un ligero repunte en el delito de extorsiones.

Asimismo, enumeró de nuevo lo que aseguró son ya muestras de los beneficios de las reformas estructurales, como la disminución en las tarifas de luz, en no incrementar más los combustibles y la desaparición de los cobros de larga distancia.

El gobernador Mario Anguiano había recibido al jefe del Ejecutivo federal agradeciendo los apoyos a Colima. Por ello no es casual que ésta sea la entidad donde usted, señor Presidente, y su gobierno posean la más alta calificación de todo el país, afirmó.