Si la línea 12 estuviera bien, no estaríamos aquí: priístas
Presenta documentación de descargo ante los diputados
Sábado 7 de febrero de 2015, p. 8
La presencia de Marcelo Ebrard ante la comisión especial para dar seguimiento al ejercicio de los recursos federales destinados a la línea 12 del Metro aportó el reclamo por no haberse respetado el derecho de audiencia, pero también agregó documentación de descargo a los señalamientos de corrupción en su contra.
En respuesta, los legisladores –en su mayoría de oposición– cobijaron al ex jefe de gobierno, mientras priístas y verdes se vieron rebasados y descubiertos en su desconocimiento del tema.
La reunión fue tersa, atrás quedaron los exabruptos del domingo pasado, cuando priístas y perredistas se trenzaron a empujones cuando se aprobó el informe de la comisión especial. Ebrard respondió serio a las interrogantes y reprochó las acusaciones contra su honra y buen nombre.
El ex jefe de Gobierno llamó a resolver las fallas que mantienen paralizada una parte de la línea 12 del Metro y sugirió a los diputados que se remitan a las bitácoras de la obra, ahí está todo
, les dijo, y mostró documentos que respaldan su defensa, entre ellos el dictamen técnico de la comisión encargada de evaluar la tecnología del material rodante más adecuada para operar la llamada línea dorada. Frente a eso, sus detractores no emitieron respuesta, evidenciando su ignorancia sobre el tema.
Ebrard fue directo: esto “confirmaría que estamos ante un proceso político y no un proceso de formación de opinión –con elementos técnicos y jurídicos–que se le solicitó a esta comisión especial. Entonces no es un problema de coordinación y desorden como se ha hecho creer. Ahí están las bitácoras. Se atribuyen los problemas de la línea a la corrupción y a las irregularidades. Y ahí la intencionalidad política no podría ser más clara”.
A su lado, el senador Mario Delgado se limitó en todas sus intervenciones a señalar: La línea 12 no está cerrada por alguna cuestión presupuestal ni financiera
.
Roberto López Suárez, diputado del PRD, reconoció que el informe es totalmente desmesurado, es sucio, y que nosotros desde el principio hemos señalado que la instalación de esta comisión no podía ser una prebenda política, como así lo ha tomado el PRI
. También ponderó la determinación del GDF de parar el funcionamiento de la línea, porque evitó accidentes impredecibles.
En medio del respeto que prevaleció le recordó a Ebrard: “En relación con las empresas con las cuales se hizo el contrato, hubo 3 mil 105 trabajos faltantes o mal ejecutados. Hubo anomalías y observaciones sobre el acta de entrega-recepción, que por cierto, hasta la fecha, bueno, hasta el día que comparecieron los del proyecto Metro nos decían que había por lo menos 800 que no habían sido solventadas por la anterior administración, por lo menos por los titulares de las áreas correspondientes del Sistema de Transporte Colectivo y del Proyecto Metro, y las empresas reconocieron que había anomalías que se les había señalado.
Incluso, le doy un dato, hay un documento notarial de septiembre de 2012 donde Francisco Bojórquez, entonces director general del Metro, certifica el bamboleo y golpeteo del tren por toda la línea y la necesidad del cambio de 900 metros de riel, sobre todo en las curvas 11 y 12.
Antes, el ex jefe de Gobierno recordó que sobre todos los actos de esta línea hay bitácora. Es una gran ventaja. Creo que es una de las obras más documentadas en la historia de la ciudad: todo puede ubicarse perfectamente bien. Si alguien dice: no me gusta la curva tal, se puede saber quién participó y por qué se tomó esa decisión respecto al trazo. Se les dio a todas las áreas técnicas el respaldo para que pudieran tomar sus decisiones.
Ebrard aportó un dato sustantivo en descargo de los señalamientos en su contra: La Auditoría Superior de la Federación realizó auditorías no de muestra, sino de 15 mil millones de pesos. Si hubiese encontrado algo de lo que se está diciendo hoy seguramente habría actuado y aplicado sanciones, pues estuvo trabajando entre 2009 y 2011.
En respuesta, el priísta José Isidro Moreno se adelantó a señalar que la instancia judicial será la que defina si hubo delito que perseguir.
No seremos nosotros quienes juzguemos, será ante la procuraduría donde deberá confrontar sus dichos con las pruebas documentales para fincar las responsabilidades a quienes correspondan. Hoy por hoy no hay obra más cara que la que no funciona, como la línea 12 del Metro.
El legislador fue tajante: a fin de cuentas el responsable de la administración era usted, señor Marcelo.
Su correligionario Abel Guerra, con más conocimiento del tema concluyó que de las declaraciones del consorcio constructor y de CAF se desprende que el problema de la línea 12 es de interface.
El material rodante no es compatible con la vía, derivando en esfuerzos excesivos que generan desgaste y riesgo de descarrilamiento. Las evidencias señalan falta de coordinación, aunque usted no lo quiera reconocer así. Dice usted, licenciado, que el problema político lo hicimos aquí. Fíjese que si no le hubieran suspendido la obra y si estuviera bien, no estaríamos aquí.