Berlín.

Gabriel Ripstein inauguró este viernes la sección Panorama del festival de cine de Berlín con su opera prima 600 millas de la mano de Michel Franco y Moisés Zonana, como productores.

La historia se centra en la venta y tráfico de armas sin control entre México y Estados Unidos.

Sobre su película, Ripstein apuntó: Me interesaba contar una historia en la que no se señalara quiénes son los buenos y quiénes son los malos, sino más bien en la relación entre personajes que se encuentran en circunstancias complicadas y situaciones desesperadas.

La historia narra el andar del joven Arnulfo –Krystian Ferrer–, quien se dedica al transporte ilegal de armas entre México y Arizona como proveedor de un cártel de narcotraficantes entre los que se encuentran miembros de su familia.

La cinta contó también con la actuación del británico Tim Roth, quien da vida a un policía que se cruza en el camino del joven Arnulfo y que lleva a ambos a ser parte de una serie imparable de hechos violentos.

Los productores y el director detallaron la investigación previa que llevaron a cabo sobre la facilidad para la compra de armamento en Estados Unidos y su posterior transporte a México, que entre otras cosas, incluyó entrevistas a personal de los establecimientos donde se pueden adquirir armas y después se introducen a México sin problema alguno.

Se trataba de tocar un aspecto concreto de la relación entre México y Estados Unidos, que simplemente está fuera de control. Es increíble ver que prácticamente cualquier cosa se puede transportar sin control alguno, explicaron los productores.

Por otro lado, el maestro del cine alemán Werner Herzog, cuya presencia en la Berlinale ya es parte casi indispensable del festival, presentó en competencia Queen of the Desert (Reina del desierto).

Nicole Kidman estelariza a Gertrude Bell, escritora y exploradora británica cuya determinación para explorar y hacerse parte del desierto africano entendiendolo como un universo con lenguaje propio, la hacen recorrer durante años, de la mano de beduinos, diversos pueblos del norte de Africa.

Herzog declaró: Es un homenaje al desierto y los beduinos, a escenarios y seres demonizados por los conflictos actuales, pero que encierran una poética deslumbrante.

La magnífica fotografía de Reina del desierto transporta al espectador a vivir la pureza e inmensidad de esa parte del planeta, de esa cultura que es tratada con la óptica de Herzog, quien a su vez muestra a los colonizadores como personajes un tanto ridículos que, al intentar repartirse tierras africanas y establecer fronteras, ignoran las fundamentales diferencias entre grupos étnicos como drusos, suníes o chiítas.

La gélida y rubia belleza de Nicole Kidman cruzando el desierto en caravanas de camellos imprimen un marcado contraste a la cinta de Herzog.

Héroe en ausencia

Gran expectación y amplios aplausos se volvieron a escuchar para el ausente realizador iraní, Jafar Panahi, quien presentó en Berlín Taxi, burlando así la inhabilitación por 20 años impuesta por el gobierno de Teherán en 2010.

Consentido de la Berlinale y convertido en héroe en ausencia, un grupo de manifestantes portaban carteles en que se podía leer: “Taxi, transporte de Berlín a Teherán”. A Panahi tampoco se le permitió en esta ocasión salir de Irán.

En Taxi, el mismo Panahi interpreta a un chofer de ese transporte público por las calles de Teherán. En su vehículo tranporta a personajes que representan diversos sectores de la sociedad de la capital iraní.

Los personajes que suben y bajan del taxi conducido por Panahi van desde una activista de derechos humanos, un ratero, un vendedor de copias ileales de películas hasta una sobrina del cineasta.

La tercera cinta en competición de esta jornada fue estelarizada por Charlotte Rampling. 45 Years, del británico Andrew Haigh, retrata la amargura de una mujer a punto de celebrar 45 años de matrimonio cargada de resentimientos.