Domingo 1º de febrero de 2015, p. a13
Phoenix.
Violencia doméstica. Problemas de disciplina. La salud de los jugadores. Enredos en el arbitraje. Balones desinflados.
Los preocupantes titulares que empezaron en febrero pasado continuaron durante toda la temporada de la NFL. Los problemas crecieron hasta convertirse en una bomba de tiempo que dañó la credibilidad de la liga y transformó la antesala del Supertazón.
Fue algo constante
, comentó Orin Starn, profesor de la universidad de Duke que estudia el papel de los deportes en la sociedad. Las crisis y los problemas de relaciones públicas se sucedieron uno tras otro, y no envidio para nada a Roger Goodell
, agregó.
Por un lado, tienes una liga que jamás generó tantos ingresos, nunca había sido tan popular
, señaló el agente Leigh Steinberg. Por otro lado, hubo una gestión no tan astuta y no se anticiparon bien algunos problemas importantes que se salieron de control. Trascendieron el panorama del aficionado al futbol americano, para convertirse en problemas de conocimiento del público en general
.
Preocupaciones
La crisis por los casos de violencia doméstica detonó cuando Ray Rice, ex de los Cuervos de Baltimore, golpeó a su entonces prometida, y Adrian Peterson, estrella de los Vikingos de Minnesota, castigó a su hijo pequeño con una rama.
La salud y seguridad de los jugadores es otro problema a largo plazo. La NFL dijo esta semana que hubo una disminución de 25 por ciento en conmociones cerebrales, aunque también llamaron la atención historias sobre el peligro que representa el futbol americano para los niños.
La NFL espera que se resuelva una demanda interpuesta por ex jugadores que la acusan de ocultar lo que sabía sobre las lesiones cerebrales. Se les propuso un acuerdo por mil millones de dólares.
También hubo noticias sobre el abuso de pastillas para el dolor, sobre un programa para detectar el uso de hormona de crecimiento humano y la eficacia de los castigos por consumo de mariguana.