Phoenix.

Patriotas de Nueva Inglaterra y Halcones Marinos de Seattle podrían protagonizar uno de los juegos más cerrados en la historia del Supertazón, a celebrarse en el estadio de la Universidad de Phoenix, a la sombra del escándalo del deflategate.

El gran reto de Seattle en esta edición 49 será refrendar la corona, para convertirse en el primer equipo en una década en ganar consecutivamente. No importa el papel que pueda jugar Marshawn Lynch si los Halcones Marinos levantan o no su segundo trofeo, porque todo va a ser dictado por su defensa.

El resultado es más complicado que cómo juegue Seattle defensivamente. ¿Se ha recuperado el equipo de su emotiva victoria en el partido de campeonato de la Conferencia Nacional?

¿Puede Russell Wilson pasar efectivamente contra una defensa secundaria de Nueva Inglaterra que, con Darrelle Revis y Brandon Browner, es mucho mejor que la que Wilson enfrentó de novato? Y, ¿cómo está Lynch mentalmente tras una semana en la que fue el centro de atención?

La diferencia es que la defensa de Seattle ha demostrado que es capaz de sobreponerse a problemas para ganar encuentros.

Empero, si hay un ataque capaz de arrebatarle el trofeo Vince Lombardi a la defensa de Seattle, ese es el comandado por el mariscal de campo Tom Brady con el ala cerrada Rob Gronkowski.

El duelo clave para Patriotas en el juego a disputarse este domingo podría ser el que protagonizarán Gronkowski y los profundos de Seattle, Kam Chancellor y Earl Thomas.

En general, la estatura y las buenas manos del Gronk lo hacen un oponente formidable para cualquier defensiva; sin embargo, en este caso es igualado por Chancellor y Sherman, quienes son apenas un poco más bajos que su rival en turno y además compensan esta aparente desventaja con un golpeo contundente y una actitud agresiva.

Sin embargo, basta analizar el encuentro de Seattle cuando ganó el campeonato contra Green Bay: tres veces en la primera mitad los Empacadores tomaron posesión del balón dentro de las 35 yardas de sus rivales y solamente consiguieron nueve puntos en total. Esa defensa permitió a los emplumados mantenerse lo suficientemente cerca en la pizarra para poder montar su ataque decisivo al final.

Hay razones por las que Seattle es mencionado en la misma categoría de las legendarias unidades defensivas como las de Pittsburgh en los años 70 y Chicago en los 80.

El equipo dirigido por Pete Carroll permitió apenas 39 jugadas de 20 o más yardas en toda la campaña regular y sólo 17 en los últimos ocho partidos.

En tanto, los pupilos de Bill Belichick, enfrascados más en el escándalo de haber utilizado pelotas desinfladas en el partido final de la AFC contra Indianápolis, tendrá en la dupla Brady-Gronkowski su mejor arma.

Los Patriotas quieren ser campeones por cuarta ocasión (2001, 2003 y 2004) en la era Belichick-Brady, un mariscal rompe marcas y dos veces elegido el jugador más valioso.

Nueva Inglaterra anotó la cuarta mayor cantidad de puntos en la NFL, con un promedio de 29 por partido. No necesitará tantos para evitar que Seattle se corone por segundo año consecutivo, y en cambio ganará su primer Supertazón en una década.