Permanecen invisibles e ignoradas en las luchas sociales: Mujeres Premio Nobel
Martes 9 de diciembre de 2014, p. 14
Luego de proyectar tres cortometrajes producidos por la Iniciativa de Mujeres Premio Nobel: Mujeres cruzando la línea, defensoras en México, Honduras y Guatemala, activistas advirtieron que las promotoras de los derechos humanos corren mayor riesgo que sus colegas varones de sufrir agresiones y otros tipos de abusos, como exclusión y rechazo.
Ellas, dijeron, permanecen invisibles e ignoradas, incluso sin nombre, en las luchas sociales. Además, los mecanismos de protección tradicionales no cubren la seguridad de las activistas.
Alma Gómez, del Centro de Derechos Humanos de las Mujeres en Chihuahua, aseveró que la situación de inseguridad en esa entidad y en todo el país es el reflejo de lo que sucede en Iguala, Guerrero. “Ayotzinapa y Tlatlaya, junto con el tema de la Casa Blanca, evidenció frente a todo el mundo la realidad de lo que pasa en México”.
Acompañada por Marusia López, directora regional de JASS (Asociadas por lo Justo) Mesoamérica, entre otras, indicó que desde 2007, cuando el gobierno de Felipe Calderón inició la guerra contra el narcotráfico, las mujeres hemos sufrido las peores consecuencias, ya que si bien las cifras de muertes de hombres están por encimas de las de mujeres, de acuerdo con estudios, al menos 90 por ciento de las asesinadas eran jefas de familia. Las víctimas invisibles de toda esta inseguridad han sido mujeres, niñas y niños
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El representante adjunto del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México, Jesús Peña Palacios, dijo que si bien hay un reconocimiento formal a la legitimidad de su labor, las defensoras de dichas garantías continúan enfrentando graves problemas, entre ellos, coincidió con la activista, la invisibilidad de muchas violaciones que padecen y falta de atención de las autoridades.
El análisis de la dimensión de género en la labor de defensa de los derechos humanos resulta fundamental para abordar las necesidades de protección y las lagunas en materia de seguridad que afectan a las defensoras. Es el Estado el que debe llevar adelante la responsabilidad de desarrollar mecanismos de protección y adoptar medidas específicas para protegerlas.