La reciente decisión de un magistrado federal de dejar en libertad a Rogelio González Pizaña, El Z-2 o El Kelin, no ha sido motivo de confrontación entre el Poder Judicial de la Federación y la Procuraduría General de la República (PGR), ni al interior del Consejo de la Judicatura Federal (CJF) señalaron fuentes oficiales.

Los informantes precisaron que hasta la fecha la PGR no ha presentado queja ante el CJF en contra del magistrado Isidro Avelar Gutiérrez, titular del séptimo tribunal unitario de circuito del centro auxiliar de la tercera región por su decisión de absolver al acusado de los delitos de delincuencia organizada y homicidio simple en grado de tentativa, lo que le permitió abandonar la prisión de máxima seguridad de Almoloya, estado de México el pasado 30 de agosto.

De acuerdo con fuentes oficiales consultadas, la decisión del magistrado de modificar la sentencia (al resolver un amparo presentado por González Pizaña) de 16 años de prisión impuesta en su contra inicialmente, por una de seis años –la cual compurgó porque fue privado de su libertad en octubre de 2004– fue apegada a derecho.

Agregaron que el magistrado consideró que las pruebas aportadas por el Ministerio Público federal sólo eran suficientes para acreditar su responsabilidad en la portación prohibida de arma de fuego y posesión de cartuchos de uso exclusivo de las fuerzas armadas.

Los funcionarios recordaron que en todos los tribunales del país está adscrito un Ministerio Público de la Federación, el cual es el encargado de notificar a la PGR sobre sentencias y asuntos relevantes y para actuar en consecuencia.

Además, recordaron que la administración de los penales corresponde al Ejecutivo federal, concretamente a la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), dependiente de la Secretaría de Gobernación, por lo que una vez que un tribunal federal ordena la liberación de un detenido, se sigue un procedimiento administrativo que dura varias horas.

Máxime, indicaron, cuando el beneficiario está en un penal de máxima seguridad y era considerado reo de alta peligrosidad.

Quizá por eso, concluyeron, la PGR y la CNS no han confirmado oficialmente, hasta la fecha, la liberación de El Z-2.