La perfección del 10 es una necesidad que los clavadistas nacionales deben alcanzar en sus ejecuciones, porque de otra forma serán los rivales quienes se queden con las medallas en las competencia de máximo nivel mundial, estima el entrenador Iván Bautista, un día después del Grand Prix de la especialidad realizado en Guanajuato.

En el certamen referido, los mexicanos volvieron a dar cuenta del buen momento por el que atraviesan, que es el de mayor importancia en la historia de este deporte, no sólo por el número de medallas ganadas, sino porque ahora hasta los juveniles se miden con los mayores en certámenes de gran calibre, como los mundiales y las justas olímpicas, analiza en plática vía telefónica desde Guadalajara.

El dueto de Iván García y Germán Sánchez mostró madurez al subir al más alto escalón del podio, pero lo que más nos importa en estas competencias, que son de preparación para las grandes como la Copa del Mundo (Shangai, 15-20 de julio), es detectar esos detalles en los que se debe mejorar, para después hacerlo casi perfecto en las sedes de trascendencia.

Trabajan en las salidas para alcanzar más altitud y velocidad en los giros en tres de sus más exigentes clavados, porque además de los altos grados de dificultad, hay que hacer la mejor ejecución para convencer a los jueces.

El nivel de los clavados se ha incrementado tanto en el mundo que ahora debemos buscar la perfección del 10, insiste el entrenador, quien al lado de sus pupilos ha desarrollado un sencillo sistema de señales para que el grupo esté en permanente comunicación, manteniendo la calma en todo momento, pero sin que los rivales se den cuenta de ello.

Participarán en las siguientes Series Mundiales FINA de Canadá y Monterrey, donde podrán valorar los avances que han tenido los competidores nacionales y no descarta obtener metales.