Comparar el récord del campeón mundial pluma Jhonny González con el de su próximo rival, el guyanés Clive Atwell, puede producir suspicacias. El actual monarca del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) reconoce que las 63 peleas que tiene en su carrera profesional parecen desproporcionadas frente a las 13 con las que cuenta su oponente, quien intentará arrebatarle el título el sábado en Acapulco.

Sin duda esas carreras tan asimétricas pueden levantar sospechas –admite Jhonny–, pero al mismo tiempo advierte que este combate significa su retorno a los cuadriláteros después de meses de inactividad.

Jhonny estuvo en paro mientras esperó a Abner Mares, pero la revancha fue cancelada.

Acepta que este rival carece del cartel de Mares, pero tiene la misma hambre de hacerse de un nombre con sus puños.

Claro, uno tiene ventaja con la experiencia, dice Jhonny. “Y es obvio que él está empezando, pero tiene la ambición de pelear con los mejores y el caso del Confesor es un ejemplo de los riesgos que representa todo peleador”.

Adrián Confesor Hernández llegó a Tokio como campeón minimosca del CMB con cuatro defensas y una trayectoria de 32 combates. El retador era el japonés Naoya Inoue con apenas cinco combates, pero el novato noqueó en seis asaltos al monarca.

En descargo de Clive Atwell, Jhonny también advierte que los nueve meses que estuvo alejado por esperar a Mares pueden ser costosos, pero eso tampoco puede traducirse como una contienda a modo.

Aunque tenía que considerar que no he peleado en meses, no podía permitirme una pelea fácil, siempre he buscado retos y ahora no podía ser distinto; es un peleador peligroso y voy a correr mis riesgos, comenta.

A pesar de que consiguió una buena bolsa económica para este combate, dice que lo único que le preocupa es cómo le responderá el cuerpo, las piernas, los reflejos. Hay una tenue, pero inocultable sombra de duda.

Fuera de eso, Jhonny vive días de excitación por volver a pisar una lona y de encabezar una función.

Además, le interesa enfrentar a Jorge Travieso Arce. Aunque el sinaloense ya esté a punto del retiro, lo reconoce como un peleador con historial y valor probado.