Barcelona, 26 de abril.

El mundo del futbol rindió tributo al ex entrenador del Barcelona Francesc Tito Vilanova, fallecido el pasado viernes a los 45 años.

Desde Josep Guardiola, en Alemania, hasta José Mourinho, en Inglaterra, y toda la plantilla azulgrana en las instalaciones del Camp Nou, el balompié europeo mostró sus condolencias y dio el adiós a uno de los emblemas del cuadro culé de la reciente década.

Los homenajes llegaron desde Alemania, en la victoria del Bayern Munich 5-2 sobre el Werder Bremen. El duelo se inició con un emotivo minuto de silencio y el conjunto bávaro portó un brazalete negro.

Guardiola, íntimo amigo de la juventud y compañero de Vilanova en el ascenso a los éxitos, se mostró consternado y no celebró ni uno de los goles de su equipo.

“Éramos muy jóvenes Tito y yo, nos queríamos comer el mundo y nos lo comimos. Fue una experiencia vital compartir tantas cosas con él. Esta tristeza que hoy siento me acompañará toda la vida. Será imposible sacármela”, dijo el entrenador, vestido de negro.

Pep y Vilanova mantuvieron una relación de hermandad durante los cuatro años del primero al mando del Barcelona, entre 2008 y 2012.

Sin embargo, algunos métodos empleados en la sucesión del banquillo culé, cuando Tito tomó el relevo del equipo, hicieron que el vínculo entre ambos se enfriara. Ese distanciamiento llegó en una de las etapas más duras de la lucha de Vilanova contra el cáncer: ambos coincidieron en la ciudad de Nueva York durante algunas semanas y apenas se vieron.

“El fallecimiento de Tito Vilanova es un día triste para el futbol, para el Barcelona y, principalmente para sus familiares y amigos”, aseguró Mourinho.

Atrás quedó la Supercopa de España 2011, cuando el portugués le picó un ojo al entonces asistente de Guardiola y luego lo llamó Pito Vilanova.

El punto primordial de los homenajes se vivió en el seno del Barcelona. La entidad azulgrana recibió a socios y aficionados con las banderas a media asta, en un Camp Nou en el que en la entrada de la tribuna fue colocada una gran pancarta con el mensaje en catalán: “Tito, per sempre etern” (Tito, por siempre eterno).

Debajo de la misma, el club depositó una ofrenda de 100 rosas en referencia a la liga de 100 puntos que la temporada pasada conquistó el primer equipo del Barça. Asimismo, se mostró un inmenso crespón negro en el círculo central de la cancha.

Los futbolistas de la plantilla, el cuerpo técnico del argentino Gerardo Martino y miles de seguidores acudieron al estadio.

Desde Lionel Messi hasta Víctor Valdés (en muletas), el equipo del Barcelona mostró pesar con las cabezas bajas. Hubo un rezo de Dani Alves y hasta lágrimas de Andrés Iniesta y el directivo Andoni Zubizarreta.

Los jugadores firmaron y dedicaron un libro de condolencias ante un monumento conmemorativo con la imagen del ex técnico, que luego el club entregará a la familia de Vilanova. Se calcula que unas 10 mil personas desfilaron por el lugar.

“Es un momento durísimo, han sido dos años y medio de lucha en los que Tito fue un ejemplo para todos. Luchó hasta el último día, siempre con buena cara, con fuerzas”, dijo Carles Puyol.

En España se guardó un minuto de silencio antes de los partidos y la ciudad de Barcelona decretó tres días de duelo. El funeral será el lunes.

El francés Eric Abidal, defensa del Mónaco –también padeció cáncer, pero en el hígado–, evocó al técnico que lo entrenó cuando estaba en el Barcelona: Vivimos la enfermedad con un año de diferencia. Es una lucha dura, pero quedará en nuestros corazones y pensamiento: era un gran señor.

El presidente de la FIFA, Joseph Blatter escribió en su cuenta de Twitter estar “muy triste al conocer la noticia. Todo mi cariño para la familia de Tito Vilanova y el Barcelona”.

Vilanova falleció el pasado viernes por un cáncer que le diagnosticaron hace más de dos años en la glándula parótida.