Domingo 6 de abril de 2014, p. a16
Como una manera de contribuir a la conciencia crítica y a la formación de mentes libres, el autor brasileño Augusto Cury escribió la novela El coleccionista de lágrimas, una historia sobre el Holocausto, la cual nos recuerda: el pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla.
Para el médico, siquiatra y sicoterapeuta, como explica en el prefacio, la historia se puede repetir bajo múltiples formas y con variados ropajes; además, considera que la persona que tiene contacto con el dolor humano y lo trabaja con madurez tiene más posibilidades de ser emocionalmente saludable, ya que huir del contacto con el dolor puede bloquear el desarrollo de la capacidad de superarlo.
Cury se adentra en el tema del Holocausto desde la perspectiva de la siquiatría, de la sicología, de la filosofía, incluso de la sociología para construir un cuadro sicosocial sobre el actor principal del nazismo: Adolfo Hitler.
La trama gira en torno a Julio Verne, un profesor universitario de historia, quien decide impartir un curso dedicado al nazismo y la Segunda Guerra Mundial.
Conforme avanzan las clases, comienza a sufrir de insomnio y a tener pesadillas que reproducen las atrocidades durante esa época.
El profesor se cuestionó su papel como educador y se aventuró a hablar de lo que estaba alterando su sique: los días de Adolfo Hitler y cómo la especie humana alcanzó los límites máximos de la locura.
Título: El coleccionista de lágrimas
Autor: Augusto Cury
Traducción: Cristina Alonso
Editorial: Planeta
Número de páginas: 359