Mañana domingo concluirá el 12 Festival de Teatro Independiente Intimo-Encuentro Internacional, el cual inició el pasado 7 de marzo, organizado por el Centro de Investigación Escénica El Teatrito, instancia fundada en Mérida, Yucatán, hace 12 años. El propósito general es crear una red de teatros independientes en México, informó en entrevista Ricardo Andrade, director de la organización peninsular.

En esta ocasión, precisó, es la primera vez que el festival se extiende al Distrito Federal y a Morelia, Michoacán (la función de despedida será hoy aquí). Ayer viernes se inició en la ciudad de México, en el Albergue del Arte (Alberto Zamora 32, entre 5 de Febrero y Carrillo Puerto, Coyoacán). Todo acabará mañana domingo, a las 14 horas, en ese mismo lugar, con la obra Los motivos de Antígona. Hoy, a las 20 horas, será la función de Agua dulce, del Grupo Ideas Líquidas, de Buenos Aires, Argentina.

“En este festival intervinieron dos compañías argentinas y cuatro mexicanas; una de Yucatán, una de Morelia, una de Pachuca, Hidalgo, y una del Distrito Federal.

–¿Teatro independiente de qué?

–Es teatro independiente porque los grupos que organizamos este festival reivindicamos una tradición histórica de teatro independiente mexicano, el cual tiene que ver con tres principios básicos: tener una sala propia, desarrollar la producción y contar con repertorio. Todo independiente del Estado.

–¿Cómo se ubican en el contexto de la oferta teatral en México?

–Estamos al margen de los circuitos oficial y comercial del teatro. Buscamos ser una alternativa con temáticas de corte alternativo o de estéticas diferentes. Por un lado, somos marginados porque no somos políticamente correctos y porque no estamos en los medios comerciales. Laboramos sin toda la parafernalia publicitaria, cuyos ejemplos hay muchos, como pueden ser los que tienen apoyos de Tv Azteca.

Sí, es difícil, porque hay que aprender a renunciar a muchas cosas. En el caso de los proyectos que han participado en este festival debemos demostrar la renuncia a ciertas formas materiales, pero a la vez nos sentimos muy plenos, por la libertad que tenemos, sin censura, excepto la que pudiera haber de nosotros mismos en el proceso creativo. La censura, en todo caso, proviene de las instituciones que no nos apoyan. Nosotros instamos al público a que sea él quien apoye al teatro independiente. Hay que pelear los recursos públicos, porque nosotros hacemos una labor cultural que no hace el Estado. Ahora bien, el hecho de que no lleguen los recursos nos obliga a hacer las cosas de otra forma, a producir de manera diferente, con estética, sin estar sometidos al apoyo de las becas, a los tiempos institucionales, sino a la creación particular. Las políticas públicas y culturales están regidas por lineamientos neoliberales, que ni siquiera son dictados por el Estado mexicano, sino por otros, que son los gobernantes del mundo. Uno tiene el derecho de elegir si quiere someterse a eso, lo cual no quiere decir que no peleemos por recursos, pero a la vez buscamos que la macropolítica cambie. Poco a poco eso variará. Este proyecto lo iniciamos hace 12 años y no tuvimos apoyos oficiales, aunque vinieron compañías de Francia, España, Venezuela, Chile, Argentina y otros. Esto quiere decir que sí se puede hacer. Nos dieron un poco de apoyo para la difusión. Eso fue el año pasado, con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, pero este año no ha habido nada.

En 12 años han presentado 78 grupos con 128 obras. Van 10 países, hasta el momento. Algo de lo mejor del teatro independiente de América Latina se ha procesado en nuestro festival. En Mérida ya tenemos un público que busca este teatro. Eso es un logro. Si se pregunta sobre la censura, el Estado va a decir que no la hay, pero para nosotros, cuando el Estado no da difusión, la ejerce. Otro problema son los condicionamientos para recibir apoyos. En 70 años de gobiernos priístas más los seis del panismo en Yucatán, nunca hubo un festival internacional de teatro. Afirman que no hay presupuesto, pero si no existe, qué hacen ellos y para qué están.

Medio de acción política

Para Andrade, el teatro es un medio de acción política. “Hago teatro porque formo parte de la polis y he elegido lo que tengo que decir a través del teatro. Lo que tengo que decir es la crítica a un sistema criminal en función del dinero, porque la riqueza se la quedan unos cuantos, los explotadores del planeta. La función del teatro es proponer alternativas ante todo esto y, sobre todo, es el rescate de la memoria histórica. El teatro es un terreno donde se cuenta la historia de un momento que se está viviendo”.

Por su parte, Miguel Ángel Flores, director artístico de Taller de la Comunidad (Tadeco), organismo con 32 años de historia como grupo independiente en el Distrito Federal, expuso: “Todos los fines de semana tenemos funciones. En este festival presentamos la obra Amenazas, basada en una obra magna titulada La pentalogía de la violencia. Está sustentada en la microviolencia, la doméstica, la familiar, que es la que no pasan en los medios, pero ocurre diario, en cada familia. Hay violencia y muchas veces en una familia todos callan. Hay quien lo hace para evitar problemas. Sigue el matriarcado y el patriarcado y no pasa nada.

El mes que entra, esta pieza estará en temporada en el Albergue del Arte. La entrada es de cooperación voluntaria. Informes: 5554 6228.