El consorcio encargado de construir la línea 12 del Metro, formado por las empresas ICA, Alstom y Carso, está obligado, según consta en la minuta del 8 de julio del año pasado, a responder por los defectos que resulten de los trabajos realizados, de vicios ocultos y de cualquier otra responsabilidad, aseguró el Sistema de Transporte Colectivo.

Ante ello, el secretario de Transportes y Vialidad, Rufino H. León, señaló que se analiza la posibilidad de realizar nuevas expropiaciones en Tláhuac para corregir su trazo, lo cual implicaría un nuevo proceso de obra civil.

Si en un momento dado fuera necesario expropiar abajo, pues desde luego sería una cuestión que nos reflejaría el análisis, que pronto tendremos, y en su caso se tomaría la determinación correspondiente y la daríamos a conocer, señaló.

La medida sería para enfrentar los problemas que se registran en las curvas con radios menores a 300 metros, como son la 11 y 12, ubicadas en la estación Nopalera, que han provocado un desgaste ondulatorio de las vías.

Los resultados de los estudios elaborados por las empresas europeas TSO y ETF, especializadas en vías, sin embargo determinarán si será esta alternativa o si se pueden realizar las readecuaciones que se necesitan como está la infraestructura instalada, puntualizó.

En tanto, Bernardo Baranda, director del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP, por sus siglas en inglés) en Latinoamérica, consideró que las autoridades capitalinas deben presentar los estudios técnicos que soporten su decisión de suspender más de la mitad de la línea.

La seguridad es un tema prioritario en cualquier obra, pero debemos conocer con exactitud qué pasó y cuáles son las medidas a tomar para que reinicie operaciones, afectando lo menos posible el entorno, si es que consideran expropiaciones en alguno de sus escenarios, comentó.

La modificación del proyecto original de un túnel férreo presentado por el STC, por un viaducto elevado en una zona marginada nunca me gustó, porque tuvo también un impacto urbano inaceptable, por ahorrarse algunos recursos, porque eso nunca lo pensaron para el sur.

Agregó que más allá de destituir funcionarios, se debe fincar responsabilidades, hasta de tipo penal, a los involucrados, pues no creo que sea sólo el ex director de Proyecto Metro, Enrique Horcasitas, y ver la forma en que los trenes se adapten, modificando el trazo original o atendiendo las curvas. Más que satanizar al Metro, lo que necesitamos es mejorar la operación y el servicio de lo que hay, indicó.

En la administración pasada se adquirieron por compraventa 97 inmuebles y por expropiación consensuada 168 parcelas en las delegaciones Tláhuac e Iztapalapa, con pagos de 600 pesos el metro cuadrado en la zona rural y hasta 25 mil en la colonia Del Valle; además de ocuparse de manera temporal 18 inmuebles.