Las demandas penales por mala práctica médica aumentaron 25 por ciento en un año y de ellas, la mitad se originó porque los pacientes no obtuvieron el resultado que esperaban del tratamiento prescrito por su médico, afirmó Dagoberto Cortés, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma).

Es un problema creciente para los profesionales de la salud porque, a menudo, la falta de eficacia de las terapias se debe a que los enfermos cambian las recetas y no compran los medicamentos que se le indican. Por eso los médicos han empezado a tomar algunas precauciones, como hacer dos recetas, explicó el empresario.

Los doctores guardan una de las prescripciones en el expediente con la firma del paciente, y la otra se la entregan para que la surta. Esa es la forma como logran salvarse de una demanda por presunta mala práctica médica.

En entrevista luego de participar en el Foro Certificación de Farmacia, organizado por la Asociación Nacional de Farmacias de México (Anafarmex), Cortés señaló que el problema de la sustitución de recetas surgió con la entrada de los medicamentos genéricos al mercado y la facilidad que encontraron los dispensadores de medicinas en las farmacias de ofrecer a los usuarios productos sustitutos porque tienen la misma sal o son del mismo grupo terapéutico.

Resaltó que los genéricos son una buena opción para la atención de enfermedades, sobre todo desde que por ley deben acreditar las pruebas que garantizan su seguridad, calidad y eficacia. Llegaron para quedarse y ya representan 57 por ciento de las ventas en el sector privado, indicó. Sin embargo, es vital el respeto a las prescripciones de los médicos, cuyos tratamientos se sustentan en los fármacos que conocen y en los que confían para lograr la recuperación de sus pacientes en forma segura.