Reduce riesgos y protege la salud de las mujeres
Domingo 16 de marzo de 2014, p. 34
Desde la primera semana después de una relación sexual no protegida o indeseada, y con una prueba casera, es posible confirmar si la mujer está embarazada; y en ese momento, si ella así lo decide, puede interrumpir el proceso y evitar los síntomas y afectaciones emocionales comunes en estos casos, aseguró Jerry Edwards, ginecólogo obstetra estadunidense pionero en la realización de abortos.
En entrevista aseguró que el avance de la tecnología y la ciencia médica facilita el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos de la población femenina, aunque este es un conocimiento que no se ha extendido rápido. Por eso, la mayoría de las interrupciones en los lugares y bajo las condiciones permitidas por la ley se realizan a partir de la sexta semana de embarazo, indicó.
Tampoco se ha extendido como debiera el uso de las técnicas más novedosas de abortos como una alternativa para reducir la mortalidad materna, la cual con frecuencia se asocia con enfermedades graves en la mujer, en ocasiones ajenas al embarazo, pero por las cuales se elevan sus probabilidades de morir en forma prematura, indicó el experto.
Edwards estuvo en México para capacitar a los médicos de las clínicas de la organización civil internacional Marie Stopes, sobre la técnica de interrupción temprana del embarazo.
Estas unidades trabajan desde 1999 en Chiapas con servicios de anticoncepción y capacitación a parteras en el manejo del embarazo, y a partir de 2008 en la ciudad de México.
Forman parte de la oferta de servicios médicos que se han abierto para la atención de la salud de la mujer, lo mismo que la Clínica Femisana, a cargo de María Luisa Sánchez en la dirección general y del gineco obstetra Raymundo Canales como director médico.
La clínica, ubicada en la colonia Roma, ya ofrece consultas médicas y está diseñada para proporcionar atención ginecológica integral a sus usuarias. En el mismo lugar podrán acceder a la consulta con el médico y a las pruebas de detección, diagnóstico de enfermedades y atención de las mismas, la atención del embarazo y su interrupción cuando así lo decidan, o sea necesario para proteger su salud y sus vidas, explicó Canales.
El especialista también comentó sobre la problemática, severa en el país, de una carencia de atención a las mujeres portadoras de una enfermedad grave o un feto sin posibilidades de sobrevivir, pero que por falta de una política clara y razones ajenas a la ciencia médica no pueden interrumpir el embarazo.
Comentó el caso de los fetos con anencefalia (sin cerebro), que no tienen ninguna posibilidad de vivir y por los cuales el aborto tendría que estar al alcance de las mujeres. Pero no es así. En la mayoría de las ocasiones las pacientes no tienen más remedio que llevar el embarazo a término, con los riesgos que eso implica para su salud.