A cambio de sacrificar comodidades, las llamadas aerolíneas de bajo costo cobran a los usuarios tarifas reducidas con el propósito de ofrecerles un ahorro a la hora de programar sus viajes; sin embargo, los retrasos en los vuelos, malos tratos y el pago extra en servicios opcionales son las principales quejas de los turistas nacionales y extranjeros, quienes señalaron que pagaron hasta un 40 por ciento adicional al precio de su viaje.

Según el cambio de planes es el incremento de la tarifa. Vivaaerobús cobra hasta mil 100 pesos en caso de que los pasajeros quieran realizar un cambio de nombre en el pase de abordaje; casi 900 pesos por cambio de fecha, si se realiza en menos de 24 horas del vuelo, 699 si son más de 24 horas y 459 pesos por maleta extra de 15 kilos.

Pero si los pasajeros quieren ser de los primeros en ascender al avión, la aerolínea cobra un extra por un pase VIP de 150 pesos o 15 dólares (200 pesos), y por no hacer fila, 75 pesos. Posteriormente, hay subdivisiones: quienes pretendan estar en el grupo uno de abordaje tendrán que desembolsar 100 pesos; el grupo dos, 70 pesos, y el tres 40 pesos.

De acuerdo con Vivaaerobús, con el pase VIP los usuarios evitan largas filas de documentación, eligen entre pasillo o ventanilla, viajar al lado de sus amigos o familiares, tomar los asientos más cercanos a la salida y con más espacio.

Pero no todos los pasajeros están de acuerdo con dichas políticas de cobro. Es lamentable que nos traten como turistas de primera y segunda, y que además tengamos que pagar cargos extras hasta por pagar boletos en mensualidades, dijo Lourdes Álvarez, quien hacía fila en uno de los mostradores de la Terminal 1 del Aeropuerto Iinternacional de la Ciudad de México (AICM).

Para José Hernández el servicio es pésimo y muy caro. Compré aquí mi boleto porque supuestamente es más económico y me salen con que tengo que desembolsar más lana por documentar mi guitarra, no se vale, se quejó.

En esta temporada de vacaciones, en la que se incrementa el número de vuelos, también es habitual ver pasajeros frente a los mostradores de las líneas aéreas de bajo costo reacomodar las maletas en el suelo para no sobrepasar el peso permitido. Hay quienes incluso prefieren pesar sus maletas en las básculas que la Procuraduría Federal del Consumidor colocó en su módulos de atención en ambas terminales aéreas.

Por otra parte, el gran movimiento de pasajeros congestionó varias zonas del AICM, pasillos, espacios destinados a servicio de taxis y de comida rápida, así como bandas de revisión de equipaje. En las primeras horas del domingo se repitió la escena de turistas que a punto de perder el vuelo llegaron corriendo y lograron documentar sus maletas a tiempo.