El Movimiento Nacional Patria Digna criticó ayer la presencia de los gobernadores Ángel Aguirre Rivero y Graco Ramírez Abreu, de Guerrero y Morelos, respectivamente, en la ceremonia de promulgación de la reforma energética, y demandó a la dirección nacional del PRD un pronunciamiento al respecto.

La corriente perredista estimó que la asistencia de los mandatarios al citado acto convalida y avala acciones que constituyen una verdadera traición a la patria.

Carlos Sotelo, Gilberto Ensástiga y Lucio Borreguin, dirigentes de la agrupación, consideraron que estos gobernadores, emanados del PRD, debilitan la postura política del partido, el cual ha resuelto avanzar en lo necesario para revertir la entrega de la riqueza petrolera a consorcios privados nacionales y extranjeros.

En un comunicado, puntualizaron que la actitud de los funcionarios vuelve en gran medida inverosímil el discurso de la dirección política, por lo cual exigieron de ésta una postura clara y rotunda.

Consideraron a los dos gobernadores como la cara visible de un sector del PRD entregado totalmente al poder en turno, que actúa como satélite de Enrique Peña Nieto y su política entreguista y apátrida. Su actuación constituye el mayor golpe político a la credibilidad del partido, resaltaron.

Recordaron que desde hace dos meses habían cuestionado el silencio ominoso del dirigente Jesús Zambrano y su corriente, Nueva Izquierda, ante la postura entreguista del gobernador de Morelos. Pero nada hizo la dirección nacional.

Hoy se ha llegado a niveles de ignominia e impunidad que afectan la nueva cohesión que se había logrado con la suscripción del plan por la defensa de la soberania nacional y los recursos energéticos, explicaron.