emos hablado del gas, futuramente importado, y el actual de ambos orígenes. Nos dicen que el gas de Estados Unidos bajó y ha bajado muchísimo por el shale gas
. Se quiere comprar al vecino país una gran cantidad para generar electricidad, y se habla del mismo para el gas doméstico, que bajaría de precio, en la propaganda del cambio que se aprobó en las cámaras, en los cambios a la Constitución.
Veamos un poco de la realidad. El lugar de Estados Unidos, usado como principal referencia, es el del Canal de Houston. El momento, no muy lejano en el tiempo, en el que bajó más el precio fue mayo de 2012 y fue de 2 dolares por millón de BTUs. Pero en los días recientes ha estado a más de 4 dólares, el doble. En los últimos meses estaba sobre 3.50 dólares. Casi el doble que en mayo del año pasado. Y las variedades de gas natural no tienen precios muy diferentes en la misma fecha. El 18 de diciembre pasado, hace unos días, el precio en el Canal de Houston fue de 4.21 dólares por millón de BTUs. El gas, supuestamente barato, en la realidad
En México, en la principal ciudad de importación por tierra, Reynosa, en pesos por GJ, en mayo del año pasado fueron 24.6. Y el precio más reciente fue de 45 GJ, y en meses recientes fueron de 40 a 43 pesos. Este más reciente fue casi el doble que en mayo del año pasado.
Es decir, que el gas está subiendo, aquí y allá. Digan lo que digan los anunciadores oficiales. Es como cuando dicen que va a bajar la gasolina, y la siguen subiendo el primer sábado de cada mes. Ahora dicen que por entregar el petróleo y la electricidad, va a bajar el precio de ésta. ¿Quién les va a creer, sumado a las otras promesas?
La manía de importar gas sale cara, como vemos con el aumento al doble de los precios en Canal de Houston, que se refleja en los precios de ese país, y luego en los de éste. También vimos que se reduce la producción de zonas de gas natural entregadas a trasnacionales, como Burgos, que pasó de producir mil 515 millones de pies cúbicos diarios en 2009 a mil 206 en 2012. Es una reducción de producción de 20 por ciento en tres años. En general, las bajas han sido de empresas controladas por trasnacionales, y los aumentos en los de gas asociado con los de crudo, en los mismos yacimientos que el gas natural.
En el más reciente informe, estos últimos, que incluyen por ejemplo a Litoral de Tabasco y otros, tuvieron en su conjunto un aumento en la producción de gas natural de 4 por ciento. En cambio, los campos no asociados como Burgos y sus trasnacionales, tuvieron en este período una reducción de la producción de gas natural de 7.5 por ciento.
Es importante que se aumente la inversión de Pemex en los yacimientos que tienen asociada la producción de crudo y gas natural, que como vemos aumentan su producción, y no seguir entregando a trasnacionales yacimientos que han tenido bajas en la producción.
Necesitamos que aumente la producción, en este caso de gas natural, y que se reduzcan las importaciones caras. Eso se logra invirtiendo más en los yacimientos de Pemex que produzcan tanto petróleo como gas. No la propaganda entreguista ni a transnacionales que ya vimos que en este período su producción cayó 7.5 por ciento.
Otro de los problemas del gas a cargo de empresas extranjeras en la ciudad, ha sido el de los accidentes. Cuando Pemex hacía esos trabajos, dejaba señalizado con tubos del color que indicaba el contenido. Ahora ya no.
Los grandes anuncios del gobierno presentando las entregas a trasnacionales de Pemex y de CFE, como rebajas de precios del gas doméstico, de la luz y la electricidad, de hecho la gasolina y tal vez se agregue el agua, no ha incluido ninguna rebaja real. Como dijimos, el aumento de la gasolina sigue operando el primer sábado de cada mes. También el gas. En el caso de la electricidad doméstica, hay a menudo facturas locas
y resultan peor que antes.
¿Cuánto se está derrochando de dinero con esos anuncios?
¿Cuánto dinero gasta el gobierno con estas campañas? Varios nos preguntamos, ¿cuánto se va a dar o a entregar en concurso a cada una de estas empresas privadas? En los casos recientes, se han entregado contratos a enormes empresas, y las empresas locales se quedaron sin participar.