Un comandante y varios oficiales de alto nivel, entre las víctimas; hay 32 lesionados
Domingo 22 de diciembre de 2013, p. 26
Ramadi, 21 de diciembre.
Al menos 18 militares iraquíes murieron en una emboscada este sábado en la provincia occidental de Anbar, zona dominada por sunitas. Tanto el comandante de la séptima división del ejército como el de la vigésimo octava brigada y varios altos cargos están entre los fallecidos, informaron fuentes oficiales. De acuerdo con las autoridades, en el ataque resultaron lesionados 32 soldados.
Al cierre de esta edición no se había ofrecido una explicación de por qué había tantos oficiales de alto rango en el área, dominada por sunitas vinculados con la red Al Qaeda, pero algunas fuentes sugirieron que llegaron a documentar una reciente victoria castrense en un zona cercana.
Tres atacantes suicidas con bombas detonaron los explosivos tras mezclarse entre los oficiales en una casa deshabitada en el pueblo de Rutba, en el oeste de Bagdad.
Hasta ahora todo lo que sabemos es que de la nada salieron tres atacantes suicidas con bombas y las detonaron entre los oficiales
, declaró un funcionario militar, quien estuvo en la escena.
El primer ministro iraquí, Nuri Maliki, ordenó que las tropas ubicadas en el área lanzaran una operación para perseguir a los militantes que perpetraron la agresión, informó la policía.
Ningún grupo se atribuyó inmediatamente la responsabilidad, pero los ataques suicidas con bombas son el sello distintivo de la facción iraquí de Al Qaeda, que se fusionó este año con la unidad siria para formar el Estado Islámico de Irak y Levante.
En otro incidente, el comandante en jefe de la fuerza policial en Shirqat, al norte de la capital siria, falleció y cuatro de sus oficiales resultaron lesionados cuando una bomba ubicada al lado de un camino explotó.