El esquema de agresión a los centroamericanos indocumentados que pasan por México rumbo a Estados Unidos se modifica de manera permanente y el secuestro ya no es delito exclusivo de la zona fronteriza, pues hay un repunte en el número de casos en el centro del país, advirtió la Casa del Migrante de Saltillo, Coahuila.

El director del albergue, Alberto Xicoténcatl Carrasco, aseguró que Veracruz y Guanajuato, son las zonas de México consideradas de más alto riesgo para la migración indocumentada, pues la mayor parte de los viajeros son víctimas de secuestro y extorsión.

Dijo que las agresiones son cometidas por miembros de la delincuencia común y organizada, pero también por elementos policiacos. Sin dar detalles sobre el número de casos o nombres de los afectados, subrayó que agentes de Saltillo incurren en tortura, lo cual hace doblemente complejo el problema migratorio.

Criticó que en México los centroamericanos con dinero puedan obtener visas temporales y transitar por el país libremente de forma segura, pero la mayoría, dijo, son pobres y deben hacerlo bajo peligro constante, viajando en autobús o como polizones en los trenes de carga, con riesgo de sufrir accidentes o ser víctimas de delincuentes.

Xicoténcatl Carrasco expuso que la Casa del Migrante de Saltillo y otros organismos civiles en pro de los viajeros exigen de manera permanente al gobierno mexicano que extienda visa humanitaria universal a los centroamericanos que pretendan viajar al norte y cruzar a Estados Unidos.

En México la opción de los migrantes para obtener visa humanitaria y permanecer temporalmente en el país es que sean testigos o víctimas de delitos, siempre y cuando éstos sean considerados como graves por la autoridad local.

En estados como Coahuila el robo no es un delito grave, de tal manera que el migrante afectado no va a poder tener visa humanitaria por ese delito y esa es una grave deficiencia de la ley federal de migración, enfatizó.

En este contexto, Rubén Pérez Ortiz, director de la Casa del Migrante en San Luis Potosí, afirmó que siete de cada 10 migrantes centroamericanos que atraviesan la capital del estado son víctimas del delincuentes que los roban, secuestran y ultrajan.

Alertó que el tramo de mayor peligro es en la entrada a la ciudad de San Luis Potosí, principalmente en la zona de Arbolitos, así como a la salida de la capital, en la delegación de Bocas.