El poeta chiapaneco presentó en el Palacio de Bellas Artes el audiolibro Ojo de jaguar
La obra es una palabra dicha desde un corazón todavía virgen y salvaje
, expresó Roger Vilar
Lunes 16 de diciembre de 2013, p. 9
En el Palacio de Bellas Artes los versos del poeta Efraín Bartolomé, originario de Ocosingo, Chiapas, permitieron al público oler la lluvia, escuchar los filosos pasos del jaguar, sentir la niebla retirándose para dar paso al amanecer, mientras un enorme caballo galopa contra el viento.
La palabra grabada del poeta chiapaneco se escuchó este domingo durante la presentación de su audiolibro Ojo de jaguar, poemario, que se ha reditado en 10 ocasiones.
En el acto acompañaron al autor, Jorge Fernández Granados, Jorge Ruiz Dueñas y Roger Vilar, quienes compartieron algunos comentarios sobre el libro.
Antes de introducir al público a ese mundo que tal vez se conoce por alguna referencia en las clases de geografía, Efraín Bartolomé mencionó que la mirada del jaguar ha sido una de las manifestaciones de mayor fuerza a las que ha estado expuesto su espíritu, pues “su poder magnético a un tiempo seductor y paralizante, parece estar brotando de los ojos mismos de la cordura.
La corpulencia del corazón del monte, avanza entre los árboles con elegante silencio. Su piel, manchada enigmáticamente, cubre y aprieta una masa de músculos, contrae, y frente al cielo estrellado de su piel se balancea la poderosa cabeza en la que flotan los ojos como dos astros repletos de sol
.
El Premio Nacional de Poesía Aguascalientes 1984 recordó que en 1982 se publicó por primera vez su poemario, lleno de imágenes de fauna y flora mezcladas con la sangre de la infancia. “El puñado de páginas –explicó Bartolomé– rescataba para la poesía lo que en realidad perdíamos. El título me parecía un enigma que el contenido tenía que resolver. Me responsabilicé de tal ambición y creo que gané la apuesta. Recogí un poco de la húmeda tierra natal y la amasé con sangre y luz hasta que logré una escultura donde, como lo quería mi admirado maestro Salvador Díaz Mirón, palpitaba una hermosura trágica”.
En seguida, el poeta solicitó al técnico del recinto de mármol apagar las luces y pidió a los asistentes cerrar sus ojos para escuchar una pequeña muestra del contenido del audiolibro, los poemas Casa de los monos, Cartas desde Bonampak y Jaguar.
El escritor cubano Roger Vilar, quien fue el primero en comentar la obra, sostuvo que Ojo de jaguar es una palabra dicha desde la tierra, desde la fuerza telúrica que mueve selvas montañosas y ríos, desde un corazón todavía virgen y salvaje
.
Después de escuchar las palabras grabadas del poeta, Vilar dijo que parecía un sacerdote antiguo nombrando las cosas desde su esencia, desde su nacimiento; como un sacerdote de las selvas de América, hermano de los antiguos sacerdotes mayas que oficiaron como interceptores entre la selva y los hombres.
Descubrió como referencia literaria que el misterio del ojo del jaguar es la perspectiva con la que Bartolomé ha querido mirar la naturaleza de Chiapas y su gran canto espiritual
.
Al concluir los comentarios del escritor cubano, la oscuridad nuevamente acompañó la resonancia de la voz del poeta, y los asistentes escucharon el poema El cadejo. Posteriormente, Jorge Fernández Granados inició su intervención.
Enfatizó que la escritura del autor es tan alta como su voz, y reconoció que a 30 años de la publicación del poemario, la palabra de Bartolomé “llega a convertirse en eco de un pueblo y en recuperación de su esencia.
Es una pluma del resplandor terrestre que percibe y fija las imágenes de la vida y sus vegetaciones, de la fauna y de sus afanamientos, de la gente y sus labores y sus fatigas, con la pupila felina del cazador y el oído atento del ave nocturna
.
En el reconocimiento a la obra de Efraín Bartolomé, Jorge Ruiz Dueñas calificó Ojo de jaguar como poema universal porque tiene significado y significante personal. El texto reúne la armonía de palabras evocadoras como los ríos sinuosos cruzados en su senda vegetal. Con este largo andar sembrado de poemas se llega a la historia de una forma de la humanidad, que es la de los reyes prístinos, donde fluyen los rumores originales, selva adentro
.
La idea del audiolibro que se presentó en la Sala Manuel M. Ponce surgió el año pasado, cuando se conmemoró el 30 aniversario del poemario Ojo de jaguar, y Débora Iturbe y Rafael Gómez Aguilar, del Sistema Chiapaneco de Radio, Televisión y Cinematografía, invitaron al poeta a grabar su voz en sus estudios, donde contó con el apoyo técnico de Héctor Hugo Camacho.
El audiolibro también contó con la ayuda de la empresa Dicimex, de la Universidad de Ciencia y Tecnología Descartes, y del gobierno de Chiapas.