La reforma energética que impulsan los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) en el Senado cuenta con apoyo popular, aseguró el líder nacional priísta, César Camacho Quiroz, quien dijo tener fundadas esperanzas en que esa iniciativa se concrete en este periodo legislativo.

Hizo esas declaraciones mientras militantes y simpatizantes de partidos y organizaciones sociales mantienen un cerco humano en el Senado contra la apertura de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) a la iniciativa privada nacional y extranjera.

Camacho Quiroz admitió que estos días son retadores y serán decisivos para el futuro del país, por lo que pidió a la militancia priísta a cerrar filas con el presidente Enrique Peña Nieto para afrontar este momento.

Entrevistado en la sede nacional del partido, luego de la firma de un convenio de colaboración con el Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset, afirmó que el reto es comunicar de manera adecuada los alcances de esta reforma.

Hay que decir también lo que estos cambios a la ley no traen, como la privatización del sector energético, añadió.

Reitero la posición firme e invariable de que ni Pemex ni los hidrocarburos están en venta, ni se privatiza nada. El dominio de la nación y del Estado mexicano sobre los recursos naturales es invariable, afirmó.

Ante las versiones de que el PAN impuso su proyecto en la mesa de negociación de la reforma energética hasta llegar a incorporar el concepto de licencias en la participación de la inversión privada en el sector energético, Quiroz insistió en que la iniciativa de reforma energética tiene su columna vertebral en la propuesta de Peña Nieto.

Se refirió al Pacto por México y expresó su deseo de que en el PRD continúe en ese mecanismo, ya que, apuntó, es el preludio para llegar a acuerdos.