Domingo 8 de diciembre de 2013, p. 5
Guadalajara, Jalisco, 7 de diciembre.
Por sus aportaciones al derecho administrativo y sus más de cuatro décadas dedicadas a la academia, el jurista jalisciense Jorge Fernández Ruiz recibió hoy el grado de doctor honoris causa por la Universidad de Guadalajara (UdeG).
Su constante observación le ha permitido criticar responsablemente los vicios de un Estado que necesita reconocer sus vicios históricos y jurídicos para rejuvenecerse. Jorge Fernández Ruiz es un defensor de las instituciones que dan vida a nuestra nación (...) Es un hombre preocupado, congruente e incluso un ciudadano molesto y hastiado de uno de los males en el mundo entero: la corrupción
, destacó el rector general de la casa de estudios, Tonatiuh Bravo Padilla.
Egresado de la Facultad de Derecho de la UdeG en 1952, Fernández Ruiz es además economista por el IPN, administrador público por el Instituto de Estudios Superiores en Administración Pública y doctor en derecho por la UNAM.
Fue director del área jurídica de Núcleo Radio Mil y ocupó varios cargos públicos, como el de subdirector jurídico en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (entre 1979 y 1982) y el Sistema de Transporte Colectivo Metro (de 1982 a 1984), además de ser secretario de Vialidad en Jalisco (de 1989 a 1991).
Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores, en el nivel tres, y ha escrito más de 40 obras enfocadas a las áreas del derecho. Ha recibido más de 41 distinciones y posee, en total, tres doctorados honoris causa.
Crítica a la educación privada
En su discurso, Fernández Ruiz describió que la educación superior privada pone en riesgo la identidad de los jóvenes. Dijo que esas instituciones no privilegian los intereses nacionales y debe haber un cambio en las normas jurídicas que eviten la proliferación de tales universidades, que sólo son “talleres de edición de títulos expedidos a favor de personas que, en rigor, carecen de principios éticos para una profesión.
En el ámbito de la educación superior, se debe poner freno a la invasión de universidades extranjeras, que buscan desplazar a las mexicanas en la formación de líderes, así como al proceso de extranjerización de universidades privadas, que en el mejor de los casos realizarán su labor sin poder atender a la comprensión de nuestros problemas, al aprovechamiento de nuestros recursos, a la independencia de nuestra política y a la continuidad y el acrecentamiento de nuestra cultura
, expresó.