La lectura de fragmentos del libro 25 golpes de suerte: antología de cuentos, una colección de relatos que surgieron de los talleres que imparte la escritora Claudia Guillén, se realizó ayer en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia.

Cada persona que entra a un taller literario lo hace con la intención de publicar su texto. El hilo conductor es esta intención de trabajar un texto que pueda llegar a tener una salida editorial. Tengo alumnos desde 15 años de edad y hasta patólogos de 70, afirmó Guillén, coordinadora de los cursos y el volumen, en charla con La Jornada antes del acto.

Ahí, Socorro Godínez, autora de El mejor momento; José Pablo Salas, de Los supuestos; Susana Pasternac, de Self-Portrait, entre otros, leyeron pasajes de sus textos incluidos en la antología editada por Lectorum y bajo el cuidado de la escritora nacida en la ciudad de México.

Se trata –continúa la coordinadora– de “un conjunto de miradas encaminadas algunas a la violencia, a la soledad, a la muerte, temas que son vigentes ahora y siempre; hay humor, siento que hay relatos de mucha soledad y los hay desde la alegría, que son de los autores más jóvenes. Creo que mi labor como tallerista es lograr una salida editorial digna. Te puedo decir que una alumna me dijo: ‘se me cambió la vida con esta publicación’, y para mí ese también es el sentido del taller.”

Este volumen conjunta cuentos escritos por alumnos de los talleres que la también narradora ha impartido los años recientes en la ciudad de México, por ejemplo en el Instituto Nacional de Bellas Artes y la Universidad del Claustro de Sor Juana. Guillén expresó que intenta lograr lo mismo para los alumnos de los que imparte en el interior de la República.

Mejoran como escritores

La antología reúne trabajos de alumnos como Brenda Artigas, Pedro Camacho, Mercedes Certucha, Joaking Kondrath, Antonio Quiroz, Laura Yelitza Romero, Alan de Rosenzweig, Rodrigo Sáinz, Jonathan Salazar y Blanca Sevilla.

Dos de los autores de los cuentos, Andrea Vinci y José Pablo Salas, al ser entrevistados coincidieron en reconocer la labor como maestra de Guillén, quien logra un buen ambiente de trabajo y les ha hecho mejorar como escritores.

Vinci comentó que no reconoce un tema general en los cuentos de este libro, sino que hay cierta similitud con otros relatos de compañeros, los temas, los tipos de personajes, la historia en sí.

Destaca el cuento de Salas, que quedó entre los tres finalistas del Premio Pen International y aborda el tema de la destrucción de un pueblo mexicano debido a la violencia, no sólo la del narco, sino de la naturaleza y económica.

Sobre este relato, señala: Lo escribí hace dos años. Altamirano era un lugar donde se dedicaban al paso de droga, que se sabía, pero no se comentaba ni había más violencia. A partir del sexenio de Felipe Calderón, que empieza a perseguirlos, ahí se cae ese negocio y comienzan a secuestrar y extorsionar a personas muy pobres.