Especialistas comentan resultados de PISA y cuestionan métodos de evaluación
Critican que la primera reacción de las autoridades fuera culpar a los maestros
Viernes 6 de diciembre de 2013, p. 46
La mala situación de la educación básica en México es responsabilidad del Estado, pues dejó de conducirla durante muchos años al permitir que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación colonizara
posiciones de gobierno en ese nivel educativo y sólo velara por los intereses, en primer lugar, de las camarillas dirigentes y, en segundo, de los maestros, en detrimento de los niños y padres de familia
, plantea Carlos Ornelas Navarro, profesor e investigador de la unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana, al comentar los resultados recientes de la prueba PISA (Programa Internacional para la Evaluación de los Alumnos).
Mientras, Ángel Díaz Barriga, investigador emérito del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), considera que los pobres resultados de la prueba PISA se deben, entre otros muchos elementos, a que en las aulas del país se hace mucho más énfasis en la memorización de datos que en la forma en que esos datos pueden utilizarse en situaciones concretas de la vida diaria.
Catalina Inclán, también del IISUE, coincide en que tales resultados hablan de lo que los estudiantes mexicanos no aprendieron, aunque no refleja todo lo que sí pudieron haber aprendido, por lo que no deben ser tomados como única referencia educativa en un país con tantos contrastes sociales y diferencias.
Los resultados de PISA, dados a conocer hace unos días por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), indican que México quedó en el lugar 53 de 65 países evaluados. Según esos datos, recabados entre egresados de secundaria, alrededor de la mitad no tienen las habilidades elementales
en tres materias: matemáticas, 55 por ciento de alumnos; lectura, 41; y ciencias, 47 por ciento.
A primera vista los resultados son decepcionantes, aunque de 2003 a 2012 tuvimos cierto progreso en matemáticas. De cualquier manera, estamos muy lejos de los primeros lugares y muy abajo del promedio
, comenta Ornelas Navarro.
Señala que es probable
que la recién aprobada reforma educativa ayude a resolver los rezagos. La reforma constitucional y las tres leyes secundarias son instrumentos que proveen al Estado de herramientas para ello
.
Díaz Barriga critica que la primera reacción de las autoridades ante el hecho de que los alumnos no manejan ni siquiera las habilidades escolares mínimas, es culpar a los maestros y crear un ambiente coercitivo y amenazante para ellos, en vez de estimularlos a mejorar su labor y ser más productivos y eficientes.
Llama a cuestionar los métodos de evaluación utilizados por la OCDE, pues no hay evidencia empírica de que los elementos que considera indispensables para los estudiantes de los países miembros realmente sean importantes para forjar ciudadanos bien educados.