La Policía Federal y la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal reforzaron el cerco que mantienen desde agosto pasado a la Cámara de Diputados y volvieron a colocar cientos de vallas metálicas, como medida para resguardar el recinto de San Lázaro y garantizar el acceso de los legisladores cuando se inicie la discusión de las reformas político-electoral y energética.

Este lunes, decenas de trabajadores de la Cámara debieron dar un rodeo para ingresar a la Cámara de Diputados, debido a que fue cerrada la puerta principal, en la calle Emiliano Zapata y su esquina con el eje Eduardo Molina.

Además, fue cancelado parcialmente el acceso a la estación del Metrobús en la estación del Metro San Lázaro, y en ese lugar se instaló una tanqueta antimotines.

Cientos de policías resguardan la avenida Congreso de la Unión, donde se mantiene cerrada la circulación vehicular, así como la calle Sidar y Rovirosa.

Se prevé que la Policía Federal –que cuenta con un destacamento en el sótano de la Cámara de Diputados e instaló un cuartel de más de mil metros cuadrados en Emiliano Zapata– endurezca las medidas de seguridad.

El coordinador del PAN en San Lázaro, Luis Villarreal, justificó el cerco. Los coordinadores del PRD y Movimiento Ciudadano, Silvano Aureoles y Ricardo Monreal, respectivamente, rechazaron la medida, que, señalaron, fue solicitada por el presidente de la mesa directiva, Ricardo Anaya Cortés (PAN).