Al concluir el foro Los tiempos del Estado y el fortalecimiento democrático, especialistas electorales concluyeron que es necesario revisar el modelo de comunicación política a fin de que no sólo esté sustentado en promocionales de 30 segundos que no pueden expresar una propuesta partidista en campañas. Se deben buscar esquemas de comunicación ágiles y eficaces para competir en las urnas, señalaron.

La comisionada del Instituto Federal de Acceso a la Información, Jacqueline Peschard, dijo que el modelo adoptado es muy semejante al estadunidense, sustentado en los espots, sin tener las condiciones que existen allá.

Sustentar la comunicación sólo en esos anuncios es un atentado al buen gusto, por lo que se debe pugnar por esquemas más ágiles para una propuesta política y no apostar sólo al impacto del promocional.

La consejera electoral María Marván sostuvo que es necesario repensar el modelo porque sustentarlo en los promocionales lleva a cuestionar si en realidad con mensajes de 30 segundos se informa a los ciudadanos.

Señaló la necesidad de tomar en cuenta que difundir la propuesta de un candidato no puede ser bajo el mismo esquema que como se promueven la Coca Cola o las donas Bimbo.

El magistrado del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación Flavio Galván destacó que, en ocasiones, este esquema de comunicación se torna virtualmente en luchas en lodo, en las cuales la autoridad electoral debe intervenir para impedir que las contiendas se basen en la calumnia y la diatriba.

El investigador de la UNAM Julio Juárez reconoció que de forma paralela a la instrumentación del modelo basado en tiempos del Estado creció el mercado negro de venta de entrevistas y menciones. Destacó que eso no puede atribuirse a la reforma que prohibió la compra de espots, sino a una relación de medios de comunicación-política que ha resultado inconveniente.

Señaló que a partir de la reforma, los medios de comunicación han recibido carretadas de dinero de los gobiernos de los estados que promocionan sus informes, con lo cual está claro que las televisoras no perdieron con esos cambios, los que pierden son los ciudadanos a partir de un esquema que satura la audiencia mediante 48 minutos de espots diarios, situación que debería modificarse para mejorar la comunicación política.

Durante las mesas que efectuadas en la Facultad de Derecho de la UNAM los especialistas coincidieron en la importancia que ha tenido el modelo para garantizar la equidad y evitar que el dinero sea el eje en las contiendas, pero también en la necesidad de replantear el esquema.

El especialista César Astudillo reconoció que el modelo es muy rígido desde su inclusión en la Constitución, por lo que deben introducirse cambios que favorezcan una mejor intercambio de ideas.