La Cámara de Diputados aprobó reformas a la Ley Federal de Presupuesto y Cuenta Pública que prevé salvaguardar la facultad exclusiva de la Cámara de Diputados para aprobar los egresos del país.

Los legisladores también incluyeron en el texto un método para atender a las víctimas de fenómenos naturales y la necesidad de impulsar obras de infraestructura relevantes en el sur del país.

Las reformas también rescatan el fondo de apoyo para la restructra de pensiones, y sólo resta que la Secretaría de Hacienda emita los lineamientos que permitan a las entidades federativas su acceso de manera ágil y no ocurra lo mismo de años pasados, cuando las reglas dificultaban su uso, y prácticamente fue absorbido (el programa) por la federación, explicó el diputado perredista Carol Antonio Altamirano.

En el artículo transitorio aprobado ayer se incluye el límite máximo de gasto corriente del que el gobierno federal podrá disponer.

Para el ejercicio fiscal de 2015 el gasto corriente estructural propuesto por el Ejecutivo en su proyecto de egresos y aquel que apruebe la Cámara de Diputados no podrá ser mayor en 2 por ciento en términos reales respecto al gasto corriente estructural aprobado en el presupuesto de 2014.

Asimismo, el gasto corriente estructural que se ejerza en el ejercicio fiscal no podrá ser superior al gasto estructural contenido en la cuenta pública del ejercicio fiscal 2014, más un incremento de 2 por ciento en términos reales.

También para el ejercicio fiscal de 2016 el gasto corriente estructural propuesto por el Ejecutivo federal en el presupuesto de egresos y aquel que aprueben la Cámara de Diputados no será mayor en términos reales al presupuesto de gasto corriente estructural aprobado en el presupuesto de egresos de 2015. De igual forma, el gasto corriente estructural que se ejerza en el ejercicio fiscal 2016 no podrá ser superior al gasto corriente estructural contenido en la cuenta pública del ejercicio fiscal 2015 más un incremento de 2 por ciento en términos reales.

Otro de los cambios contenidos en la reforma a la Ley Federal de Presupuesto fueron medidas de austeridad que serán asumidas de acuerdo con los criterios definidos por las dependencias del Ejecutivo federal.

En el caso del artículo quinto y octavo transitorios, en el primero se establece una meta de 5 por ciento de ahorro en los sueldos de los mandos medios y superiores, y en igual proporción del gasto corriente que no esté relacionado con la atención a la población. El artículo octavo obliga a que al finalizar abril se establezcan disposiciones de austeridad y control del gasto corriente.

En el dictamen quedaron pendientes temas como el de la definición y acotamiento de los arrendamientos de vehículos, la persistencia de la doble contabilidad para Pemex y cómo resolver las percepciones extraordinarias en la administración federal.