Sao Paulo, 27 de noviembre.

A casi una semana del sorteo del Mundial y a un mes de que venza el ultimátum de la FIFA para finalizar las obras, los preparativos para la justa de 2014 sufrieron otro duro golpe con el derrumbe de una sección del estadio que albergará el partido inaugural del torneo, un accidente en el que murieron dos obreros.

Brasil se ha visto afectado por retrasos en los trabajos en los estadios, accidentes, huelgas y protestas en la antesala de la Copa del Mundo, que comienza el 12 de junio del año entrante, y ya son cuatro trabajadores fallecidos durante las obras.

El Sindicato de Trabajadores de la Construcción Pesada (Sintrapav) pidió parar inmediatamente la edificación mientras se investiga lo ocurrido. Este es el tercer accidente en los meses recientes y supera todos los límites. No es tolerable, dijo Antonio Bekeredjian, presidente del gremio.

El accidente en el estadio Itaquerao, que pertenece al club Corinthians, ocurrió cuando una grúa chocó con una estructura metálica de unas 500 toneladas, la cual a su vez derribó una parte del muro exterior, destruyó filas de asientos y afectó una enorme pantalla LED que recorre la fachada del edificio.

El percance podría retrasar la entrega del inmueble, que estaba casi listo antes del derrumbe.

La FIFA pidió que las sedes del Mundial sean entregadas a más tardar a finales de diciembre. Seis de los 12 estadios están en una carrera contrarreloj para terminar los trabajos a tiempo, con obreros laborando horas extras o en turnos de noche y día.

Las autoridades dijeron que el estadio no sufrió daños estructurales mayores, pero rehusaron decir cómo se verá afectada la entrega de la instalación.

Ahora mismo no quiero saber de la FIFA, estamos preocupados por las familias de las víctimas, dijo Andrés Sánchez, ex presidente del Corinthians y actual vocero del club, quien confirmó la muerte de dos personas, y dijo que no hay más heridos. En un principio se habló de tres muertos.

Uno de los fallecidos, Fabio Luis Pereira, de 42 años, estaba dentro de un camión que fue golpeado por la estructura metálica. El otro, Ronaldo Oliveira dos Santos (44 años) descansaba en un área que se suponía que debía estar desocupada.

Desafortunadamente nadie lo vio y él sabía que no podía estar allí. Estaba durmiendo una siesta y desafortunadamente no tuvo tiempo de salir, agregó Sánchez.

El accidente ocurrió a la hora del almuerzo, por lo que muchos de los casi mil 700 empleados que trabajan en la obra no estaban cuando la grúa cayó encima de la estructura metálica.

Un oficial de la empresa constructora Odebrecht dijo que una armazón similar ya había sido instalada este año con la misma grúa en el otro lado del estadio.

“Todo se hacía de acuerdo al procedimiento. La grúa tiene capacidad para cargar tres veces el peso. Todavía tenemos que esperar la investigación para saber qué provocó que cayera, afirmó Frederico Barbosa, encargado de la construcción.

Andrés Sánchez afirmó que, según los ingenieros del lugar, la estructura del estadio no sufrió daños mayores, lo que significa que habría tiempo suficiente para arreglarlo para el Mundial.

La obra será parada durante tres días por luto a las víctimas y 30 por ciento permanecerá cerrada para facilitar la investigación.

El fiscal público Carlos de Freitas afirmó que convocará a expertos para evaluar si este tipo de accidente perjudica la estabilidad del estadio y la seguridad del futuro público. Si se confirma esta hipótesis, la obra tendrá que ser paralizada para que se hagan las adaptaciones.

No es el primer problema en un estadio mundialista en Brasil. El año pasado un obrero murió en el estadio de Brasilia y otro en el de Manaos, en marzo. También ese mismo mes fuertes lluvias inundaron las obras en el Maracaná, lo que obligó a cancelar una visita de inspección de la FIFA, mientras en mayo, una pequeña sección del techo del estadio de Salvador colapsó por la acumulación de agua de lluvia.

El de Sao Paulo, que costará cerca de 360 millones de dólares, tendrá capacidad para unas 70 mil personas y tiene previsto albergar el partido inaugural de la Copa del Mundo el 12 de junio. Unos 20 mil asientos serán instalados de forma temporal sólo para el Mundial.

La FIFA y el comité organizador enviaron a través de un comunicado sus condolencias a las familias de los trabajadores que murieron trágicamente.