La Habana, 22 de noviembre.

El gobierno de Cuba anunció que a partir de este viernes permitirá a 14 empresas estatales vender sus excedentes de producción a otras 3 mil 700 compañías del Estado o a cooperativas, medida experimental que permitirá a las entidades incrementar sus niveles de comercialización y utilidades, así como elevar los ingresos de los trabajadores.

Este experimento –como lo calificó el diario oficial del Partido Comunista de Cuba, Granma– es sólo un adelanto de las acciones que se aplicarán gradualmente al sistema empresarial estatal del país a partir de enero de 2014.

Las compañías podrán aprobar los precios mayoristas según la correlación entre la oferta y la demanda, apuntó Granma al informar sobre esa decisión, la cual constituye un nuevo paso en el proceso de apertura económica con elementos de mercado impulsada por el presidente Raúl Castro, quien asumió la jefatura del Estado y del gobierno en febrero de 2008.

La norma, vigente desde este viernes, no beneficiará por ahora a los 442 mil pequeños empresarios –conocidos como cuentapropistas–, pero fue recibida por los trabajadores de compañías vinculadas con los ministerios de Industrias, Construcción y Energía y Minas.

La estábamos esperando. Ello va a permitir que suban los salarios. Hemos hecho cálculos y de este modo vamos a ganar más de mil pesos cubanos cada mes (unos 42 dólares), expresó un trabajador de una empresa del Ministerio de Industrias, quien habló a condición de no ser identificado por su nombre.

Entre las 14 compañías seleccionadas están un fabricante de baterías, una reparadora de equipos de transporte, una perfumería y plantas de cemento, tejas, fibrocemento y sal. Hasta ahora el comercio de los productos de esas compañías se canalizaba a través de instituciones estatales, atadas generalmente a trabas burocráticas.

Las empresas estatales cubanas venden sus productos y servicios al Estado, que hasta hace poco controlaba alrededor de 90 por ciento de la economía y empleaba a cerca de 5 millones de trabajadores.

El proceso de apertura económica ha facilitado la formación de un sector privado, la liberalización parcial de los mercados automotriz e inmobiliario y una mayor inversión extranjera.

En ese contexto, en enero comenzará a funcionar el puerto de Mariel, 45 kilómetros al oeste de La Habana. Esta localidad, que saltó a la fama por el éxodo de cubanos en 1980, inauguró este mes una zona económica especial con exenciones fiscales para compañías extranjeras.