Más que a su obra, el compositor Mario Lavista (DF, 1943) considera que el Premio Tomás Luis de Victoria que le fue concedido ayer, en España, representa un reconocimiento a la vitalidad de la música mexicana y la formidable escuela de composición del país.

Eso ha permitido que coexistan diferentes tipos de generaciones de autores, desde la mía hasta la que agrupa a los que apenas tienen 20 años, y todos continúan haciendo obras espléndidas, destacó el también docente y editor a La Jornada poco después de enterarse de la noticia del galardón.

Dotado con 20 mil euros, se trata del máximo reconocimiento público que otorga la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), de España, a un compositor vivo por sus aportes al enriquecimiento de la vida musical de los pueblos iberoamericanos.

El anuncio del galardón, que este año cumple su edición 12, ocurrió el mediodía de este viernes (hora de España) en Madrid, en el contexto de la Feria Internacional de Música Expoclásica.

En la lectura del acta, el secretario del jurado y compositor José Zárate, destacó de Mario Lavista su destacada obra, profundamente arraigada en la identidad de su país que contribuye a la creación de un lenguaje universal en la cultura iberoamericana.

El órgano colegiado reconoció su extraordinaria labor como maestro de nuevas generaciones y difusor de la música actual.

El Premio Tomás Luis de Victoria le será entregado a Lavista en febrero o marzo del año próximo en la capital española y se prevé que la ceremonia tenga una réplica en México, en fecha posterior.

En entrevista con este diario, Mario Lavista expresa su convicción sobre el gran momento que vive el ámbito de la composición en México, en términos cuantitativos y cualitativos, y resalta la gran tradición que hay detrás de éste.

Como argumento, destaca que son incontables los autores nacionales que están en diferentes países cursando una especialidad, impartiendo clases en importantes universidades y conservatorios o bien componiendo para algunas de las agrupaciones e instituciones más relevantes aen el mundo.

Me parece importante subrayar que durante un siglo ha habido una enorme continuidad en la enseñanza de la composición en nuestro país. Existe una verdadera escuela de composición en México. Pensemos en el ejercicio pedagógico de Manuel M. Ponce, de Carlos Chávez y otros tantos compositores que han dedicado buena parte de su vida a la enseñanza, señaló.

Incluso, se refiere a su caso como maestro del Conservatorio Nacional y al de su colega y coetáneo Julio Estrada, en la Escuela Nacional de Música de la Universidad Nacional Autónoma de México, con alumnos que han continuado esa noble tradición de la docencia, entre ellos algunos de las principales figuras de la composición actual, como Javier Álvarez, Luis Jaime Cortés Gabriela Ortiz, Armando Luna y Ana Lara.

Mañana, homenaje en Bellas Artes

Hablar de una escuela mexicana de composición no significa unicidad de estilos, lenguajes ni estéticas, aclara Lavista: Sigo pensando que una de las características de nuestra música es la pluralidad de voces, que la música mexicana es la suma de muchas voces y estilos; en ella pueden convivir muy bien los conservadores con los renovadores.

Agrega que para el desarrollo de esa pluralidad de rostros en el arte sonoro nacional ha sido invaluable la sensibilidad y la participación de intérpretes de gran calidad, tanto solistas como agrupaciones, fenómeno que comenzó en los años 70 del siglo pasado.

Fundador y director de la revista Pauta, integrante de El Colegio Nacional y Premio Nacional de Ciencias y Artes 1991, Mario Lavista acepta que el ámbito de la música contemporánea en México es aún muy cerrado en cuanto a programación y difusión, aunque aclara que esto ocurre a escala global.

Sin embargo, eso no obsta para que exista en el país gran cantidad de autores de enorme calidad, en una situación muy similar a la de la poesía, señala: “Como le sucede a la música de concierto, ésta no agota sus tirajes, pero eso no impide que haya grandes poetas, publicaciones y lectores. Ella nunca podrá competir contra los bestsellers, como la música de concierto tampoco lo hará con lo comercial”.

Con la recepción del premio Tomás Luis de Victoria, Mario Lavista corona un año de reconocimientos y homenajes con motivo de sus 70 años de vida, cumplidos el pasado 3 de abril.

Apenas hace semana y media, el programa musical Instrumenta le rindió tributo con ese motivo, en Oaxaca, con un concierto en el que se hizo el estreno mundial de dos de sus obras, una fanfarria y Músicas de cristal, pieza esta última para un instrumento poco convencional: la armónica de cristal.

A esos reconocimientos se suma el que le dedicará este domingo, en el Palacio de Bellas Artes, la Orquesta Sinfónica Nacional, con la interpretación de su obra Ficciones y en el pasado Festival Internacional Cervantino se le rindió homenaje y se estrenó una pieza que le fue comisionada.