La escritora presentará su libro más reciente El universo o nada en la FIL de Guadalajara
Es criminal no invertir en la educación en México y AL, señala Poniatowska
Todo lo resuelvo frente a la máquina de escribir, es mi sicoanalista, dice la premio Cervantes 2013
Sábado 23 de noviembre de 2013, p. 3
Este ha sido un año trágico para México, no sólo por los desastres naturales y la poca previsión al respecto, sino por todas aquellas resoluciones que se tienen que tomar: aunque ya parece canción, es necesario que se invierta en educación, en las escuelas, que ningún niño se quede sin escuela, que el gobierno ponga todo su presupuesto en la educación, no sólo en México, también en América Latina. Es criminal no invertir en eso
. Es Elena Poniatowska, escritora y periodista, Premio Cervantes de Literatura 2013.
Han pasado pocos días desde el anuncio del galardón, y ahora La Poni se encuentra en la vorágine de las entrevistas por su nuevo libro El universo o nada: biografía del estrellero Guillermo Haro, que publica Seix Barral y se presentará en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara el 2 de diciembre a las 19 horas.
Desde el lunes, la colaboradora de La Jornada no para. No he podido estar a solas conmigo misma ni un momentito. El primer día o el segundo, no me acuerdo, creo que ni me bañé
, dice en la sala de su casa, rodeada de cientos de libros, uno de sus gatos, no sé si Monsi o Váis, camina investigando y oliendo a los extraños que llegan, Shadow, el perro, está afuera, y desde la cocina se esparcen los primeros olores de lo que será la comida.
Por todos lados hay flores, el claro mensaje de felicitación por el premio: Deben haber llegado unos 50 arreglos, pero mandé unos pocos a la casa de mi hijo Felipe, quien vive a dos cuadras, porque no me puedo ocupar de todos. Hay que cambiarles el agua diario
.
Defensa de la cultura y la ciencia
Elena Poniatowska reitera que el gobierno debe invertir en educación. Sin embargo, junto con la cultura y la ciencia es de los rubros con recortes presupuestales. Eso es algo que deberíamos cambiar y deberíamos ser capaces de incidir en las decisiones del gobierno
. Es cierto que no se puede confiar en los partidos políticos. Hay que confiar en la gente, en ti, en la gente. Los partidos políticos son la gente. No hay que confiar en los rubros pero sí en la gente
, añade quien no se ve en la política porque uno de los errores en la política es ser ingenuo. Y yo soy ingenua. Lo que sí es que nunca le he tenido nada de miedo a trabajar, todo lo resuelvo trabajando. Me pongo a trabajar y ya no pienso tanto, no le abro las puertas a las ideas negativas
.
Habla de la cultura y la ciencia: “Fíjate que cuando regreso a veces de los viajes, cuando veo la cartelera de lo que sucede en México culturalmente, la cantidad de teatros, de libros que se publican, sí me da mucha alegría. Lo que no hay es en ciencia o no se publicita lo que se hace en ciencia, son pocos los periódicos que lo hacen, hay poca gente que habla de ciencia, está por ejemplo Letra S (suplemento de La Jornada)
Ella estuvo casada con un científico. Se llamaba Guillermo Haro. Se conocieron cuando ella le hizo una entrevista, fallida porque él le dio un bonche de revistas para que sacara las declaraciones que necesitaba. Elena no se dio por vencida y fue a verlo y entrevistarlo a Tonantzintla, donde Guillermo Haro fundó el Instituto Nacional de Astrofísica Óptica y Electrónica (INAOE). Pasaron algunos años hasta que se casaron.
El universo o nada... no es sólo la biografía de Guillermo Haro, el estrellero, es un repaso por la historia de México tanto política como cultural, donde Haro y sus amigos tuvieron un papel central. Entre esos amigos estaban Fernando Benítez y Hugo B. Margáin, quien renunció como secretario de Hacienda del entonces presidente Echeverría.
Los premios y reconocimientos que recibió Haro son numerosos, entre ellos haber sido el más joven en ingresar a El Colegio Nacional. Sin embargo, “le falta al país reconocerlo como un gran científico. No sólo a él, creo que hay muchos científicos de quienes no sabemos absolutamente nada. Por ejemplo, Manuel Peimbert Sierra, quien es el nieto de don Justo Sierra, que es un universitario de primera y sabemos muy poco de él; o del actual director de Tonantzintla que se llama Sariñana; tampoco sabemos mucho de él.
Entonces saber qué piensan, por qué escogieron eso, cómo viven, qué libros leen. En el libro sí está mucho la vida personal de Guillermo, sus intereses y sus amigos
.
Nada de ficción
Algunas cosas han cambiado desde Haro o gracias a él. “En Tonantzintla, Puebla, ha cambiado la vida de muchos campesinos que ahora trabajan allá, que tienen trabajos técnicos, su vida personal ha cambiado, sus intereses también y eso aparece mucho en el libro. Los habitantes de Tonantzintla están encantados con que exista el instituto ahí. Han cambiado también los intereses de los jóvenes, creo que hay más jóvenes que se interesan en la ciencia. Antes creían que solamente si eras abogado la hacías en la vida, para todo te decían ‘licenciado’ y ahora sí, creo que hay ciencia en nuestro país. Se está tratando de hacer ciencia en el país y creo que eso es muy importante.”
En este libro no hay nada de ficción. Todo se puede comprobar en cartas, todo está ya totalmente, todo tiene llamadas a pie de página. Eso lo hizo Sonia Peña que trabaja, que sabe muy bien, que es doctora en literatura, y ella me hizo toda esa parte de infraestructura que jamás habría sabido hacer sola
.
La relación entre ambos está apenas dibujada. “Esa fue la parte difícil. Los sentimientos, el corazón. No está la intimidad absoluta porque eso a él le hubiera molestado muchísimo. Cuesta trabajo porque fuimos marido y mujer, recordar cosas. Guardé todas las cartas de los niños que son muy bonitas, que le dicen ‘gordito no seas enojón’, ‘te extrañamos’. Ahí están las cartas en un archivero que está ahí escondido”, dice mientras señala una cortina. Ese es el inframundo, porque está todo un relajo, no tengo un lugar dónde poner todo. Por eso quiero hacer una fundación para hacer todas estas cosas
.
De eso habló el lunes, de lo que hará con el dinero del premio, 125 mil euros: destinarlos a la fundación, que también necesita un edificio para comenzar a funcionar.
La Poni tampoco ha tenido tiempo de pensar acerca del discurso que dará el 23 de abril cuando reciba el galardón en la Universidad de Alcalá de Henares. Todavía van a suceder muchas cosas
.
Mientras, sigue escribiendo, trabajando tanto en literatura como periodismo. Ahora tiene el proyecto de una novela acerca de Lupe Marín, la primera esposa de Diego Rivera.
“Todo lo resuelvo frente a la máquina de escribir. Si estoy alegre, si estoy deprimida, entonces pienso ‘ay en lugar de estar aquí sentada me voy y escribo’. Todo lo resuelvo así. Es el mejor remedio, es la terapia, el siquiatra, el sicoanálisis y a las dos horas ya estoy metida en lo que tengo que hacer. Es mi siquiatra, mejor dicho, mi sicoanalista.”