Toronto, 10 de septiembre.

Libertador, la superproducción venezolana-española sobre Simón Bolívar, fue saludada con un largo aplauso tras su estreno mundial, el lunes por la noche, en el Festival Internacional de Cine de Toronto.

A la presentación, efectuada en el Isabel Bader Theatre, asistieron su director, Alberto Arvelo; el protagonista, Édgar Ramírez; el guionista Timothy Sexton, y la actriz Juana Acosta.

Es la primera vez que veo la película. Estoy realmente abrumado, dijo Ramírez, venezolano que ganó fama internacional por sus papeles en la miniserie Carlos, de Olivier Assayas, y películas como La noche más oscura, de Kathryn Bigelow.

Como venezolano y latinoamericano aprendí sobre Bolívar desde la escuela; es una figura mítica. Ha sido un gran privilegio y un gran honor interpretarlo, agregó el actor. Aseguró que su vida cambió tras asumir el papel del libertador.

La película, considerada la producción independiente más ambiciosa de Sudamérica hasta la fecha, con un presupuesto que se estima en 50 millones de dólares, repasa los principales acontecimientos de la vida del máximo prócer venezolano, sobre todo a partir de los años en que comenzó a germinar en este hijo de las clases altas la idea de independencia del imperio español y su lucha por conseguirla.

He estado intentando buscar palabras para esta noche, pero sólo se me ocurre gracias. Y sobre todo gracias a mi padre por contarme historias sobre Simón Bolívar todas las noches cuando yo tenía cinco años, dijo Arvelo, quien anteriormente dirigió películas como Una casa con vista al mar y Cyrano Fernández.

Con una recreación de época minuciosa, un elenco con importantes figuras, frecuentes e impactantes tomas aéreas de los paisajes naturales de lo que fue la Gran Colombia y también de sus sangrientos campos de batalla, la película de Arvelo cuenta con música del venezolano Gustavo Dudamel, director de las orquestas Sinfónica Simón Bolívar y la Filarmónica de Los Ángeles.

En la película de John Wells, Meryl Streep quita el aliento desde su primera aparición

Dpa

Toronto, 10 de septiembre.

Si antes de su estreno circulaban rumores acerca de que August: Osage County, el drama familiar de John Wells ambientado en Oklahoma es uno de los favoritos para los Óscar, pocas dudas quedaron después de su proyección, este lunes, en el Festival de Cine de Toronto.

Y, una vez más, el nombre que ya está en boca de todos como una de las contendientes con más posibilidades es el de Meryl Streep, la actriz estadunidense con más candidaturas al Óscar en la historia del cine (17 en total).

La primera aparición de Streep en pantalla, apenas inicia el filme, quita el aliento: pálida, con el cabello ralo, desencajada y a los gritos en el papel de Violet, la cínica y por momentos cruel matriarca de una familia que se vuelve a reunir después de mucho tiempo ante la muerte de uno de sus integrantes, con todo lo movilizante, incómodo y hasta hilarante que tienen generalmente esos rencuentros artificiales.

Dueña de una lengua filosa como una daga, Violet está, además, enferma de cáncer (de boca), por lo que recurre más de lo necesario a las pastillas, lo que desequilibra su de por sí difícil carácter.

Serán sus tres hijas, Barbara (Julia Roberts), la mayor, la más fuerte y la preferida de papá; la introvertida Ivy (Juliane Nicholson), la única de las hijas que se quedó a vivir cerca de sus padres, y Karen (Juliette Lewis), una mujer frágil poco dispuesta a ver la realidad, las que tendrán que lidiar con su compleja madre.

Basada en obra de teatro

Basada en la obra de teatro ganadora de un premio Tony del mismo nombre de Tracy Letts, quien también la adaptó al cine, la película, cuenta con varios elementos que la vuelven oscarizable: un elenco de grandes actores que incluye a Ewan McGregor, Benedict Cumberbatch, Abigail Breslin (la niña de Pequeña Miss Sunshine), Chris Cooper, Margo Martindale y Dermot Mulroney.

Sobre todo, se trata de una historia con suficientes momentos de intensidad dramática como para atrapar al espectador (y encandilar a los votantes de las estatuillas). Y es, además, una película de The Weinstein Company, productora y distribuidora de los hermanos Bob y Harvey Weinstein (creadores de Miramax), que suele tener bajo su ala los filmes que luego arrasan en los Óscar, como El artista o El discurso del rey.

Mi vida nunca será la misma después de llevar al cine esta obra de teatro con este elenco, dijo Roberts en conferencia de prensa.

Trabajamos como bestias. Nunca trabajé tan duro en mi vida y eso que tuve tres hijos, confesó. Era como subir una montaña todos los días, y la única forma de hacerlo era tomándonos de la mano. Luego íbamos a casa, nos duchábamos y nos íbamos a ensayar a casa de Meryl. Fue la mejor experiencia en actuación de mi vida.

El nombre de Roberts, famosa por su amplia sonrisa, suena también fuerte para una candidatura al Óscar como mejor actriz, premio que se llevó en 2001 por su protagónico en Erin Brockovich, de Steven Soderbergh