Faltan reservas, advierten expertos de salud
Viernes 7 de junio de 2013, p. 37
La donación de sangre en México está lejos de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), pues casi la totalidad (97 por ciento) del tejido es aportado por familiares, como una obligación para cumplir con los requisitos de hospitalización y cirugía de sus pacientes. Además, el país carece de la reserva necesaria para enfrentar una eventual emergencia, reconocieron funcionarios del sector salud.
Cada hospital debería contar con al menos mil unidades de sangre, pero sólo lo logran las instituciones grandes, como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en algunas de sus unidades.
En conferencia con motivo del Día Internacional del Donador Altruista de Sangre, que se celebra el 14 de junio, y del lanzamiento de una campaña para promover la actividad, Víctor Torras, director de normalización del Centro Nacional de la Transfusión Sanguínea, comentó que al año se captan un millón 800 mil unidades, y todas se ocupan, por lo que advirtió sobre la importancia de modificar la tendencia, a fin de incrementar la donación voluntaria, altruista y de repetición, como recomienda la OMS y como ya ocurre en 62 países, donde la totalidad del tejido se obtiene de esta manera.
Carlos Martínez Murillo, director del Banco Central de Sangre del Centro Médico Nacional Siglo XXI, del IMSS, comentó que la donación de una persona puede salvar la vida de tres pacientes, porque el líquido se divide en tres componentes (plasma, concentrado de eritrocitos y plaquetas), con los cuales es posible coadyuvar en el tratamiento de diferentes enfermedades.
Señala que si bien en México el procedimiento de la donación se realiza con altos estándares de calidad y seguridad, podría mejorar si las personas acudieran por su voluntad a los centros de colecta, y lo pueden hacer hasta cuatro veces al año los hombres y tres las mujeres.
Cuando es voluntaria y de repetición, dijo, se incrementa el nivel de seguridad de la sangre, es decir, que esté libre de infecciones como hepatitis B y C, VIH, sífilis y enfermedad de chagas.