Mahahual, QR, 22 de febrero. El documental Memoria recuperada, dirigido por Luigi Lupone, se presentó en Cruzando Fronteras, Festival de dos Culturas México/Italia, en Mahahual, trabajo que le llevó 18 años de realización y donde el cinerrealizador recobra la historia de su padre y de paso redime el capítulo casi olvidado, casi mitológico, del Escuadrón 201, que participó en la Segunda Guerra Mundial.

–¿Cómo desenterró esta historia de su padre y el Escuadrón 201?

–Mi padre nunca dijo nada de su historia pasada. Él murió cuando yo tenía 20 años, y me quedé con la duda que quién era mi padre antes de ser mi padre. Preguntaba a mi madre, y ella me decía que tenía muy pocas informaciones, que estuvo prisionero aquí, en México, pero no quería hablar de eso. Entonces me enteré de que quienes sufren una situación de exilio o migración forzosa y logran rehacer su vida, no quieren hablar de esa situación jamás, porque les resulta muy doloroso.

“En este contexto, en la década de los 90, surge un documental sobre testimonios de judíos, gran película, paradigmática, se trata de Shoa, de Claude Lanzmann, que dura 12 horas y presenta testimonios de sobrevivientes que, al verlos, resulta demoledor, sientes que te pasó la guerra encima, y lo hace a partir de 12 fotografías. Así que comencé a desenterrar la historia de mi padre, que llegó a México como capitán de un barco mercante junto con otros nueve buques italianos y otros tantos barcos alemanes, que no pudieron regresar a sus países porque estalló la Segunda Guerra Mundial; entonces pidieron refugio en México, como país neutral; se los otorgan y a los pocos meses el gobierno mexicano decomisa todos los buques italianos y alemanes. Por eso, los tripulantes de todas esas naves, incluyendo a mi padre, se quedaron a vivir en México, en el puerto de Tampico.”

–¿Qué tiene que ver la vida de su padre, capitán italiano, con la del Escuadrón 201? ¿Dónde se juntan ?

–A lo largo de las entrevistas con los sobrevivientes del Escuadrón 201, ellos decían que fueron a pelear a la Segunda Guerra Mundial; dijeron que fueron a lavar el honor por el hundimiento de los barcos mexicanos por submarinos alemanes. Resulta que esos barcos eran las embarcaciones italianas y alemanas que el gobierno mexicano había incautado, y que sólo los habían pintado y cambiado de nombres. Esa es la pertinencia histórica que me permitió juntar estas dos historias, esos hombrea italianos y alemanes tienen que ver con esos 300 mexicanos que fueron a luchar a la Segunda Guerra Mundial.

–¿Qué siente de haber concluido un trabajo después de tantos años?

–En la parte personal, significó cerrar una plática personal con mi padre; logré reconciliarme con él y entendí qué le había pasado. Además, la contribución que hice al Escuadrón 201 es importante, me lo mostraron los sobrevivientes, estuvieron muy conmovidos cuando les mostré el documental, me dijeron que por primera vez habían visto completa la información de su batallón y que hasta me excedí en detalles.

“El tercer significado del documental, lo que pretendo dar a conocer, es la importancia de la preservación de materiales, por eso los 10 minutos iniciales de Memoria recuperada, que para muchos no tienen nada que ver con la película, me interesaba mostrar un desfile de las imágenes cinematográficas más vistas de la historia de la humanidad: el asesinato de Kennedy, que posiblemente es la imagen en movimiento más analizado en la historia, sólo superado por el atentado a las Torres Gemelas, y otras, como la de Gandhi, la explosión de la bomba atómica y varias de la Segunda Guerra Mundial.

–¿Descubrió algo nuevo de su padre?

–Descubrí que tenía gran fuerza y el gran cableado interno que tenía para poderse reconstruir a los 34 años, cuando se quedó sin nada, con muchos esfuerzos estudió en la marina mercante para ser capitán. Esa fue la primera travesía que hizo con ese nombramiento, y de repente se quedó sin profesión, sin nada, en un país extraño. Esa fuerza de reconstruirse de la migración italiana; que yo esté aquí, en Mahahual, es parte de esto; que un grupo de italianos siga saliendo y deje grandes trayectorias, como la del organizador de este encuentro, Luciano Consoli, quien dejó una gran cara en el periodismo; italianos que decidieron hacer un cambio de vida radical y conquistar un nuevo lugar.

–De este compendió de imágenes, ¿cuales son las más importantes para usted?

–Emotivamente, en el caso de mi padre, la grabación en un disco de 33 revoluciones por minuto de un mensaje para enviárselo a su madre, que era muy común en los años 50: te metías en una cabina, grababas tu disco y lo mandabas para que el destinatario escuchara la voz de quien lo enviaba. Esa es una parte que me causa mucha emoción. Del Escuadrón 201, la silueta de uno de ellos, donde recapitula todo lo que les ha pasado, como los ha tratado la historia y como los ha maltratado el gobierno.

Finalmente, Lupone menciona que Memoria recuperada sólo se ha exhibido una vez en la Cineteca Nacional, en enero pasado. Los comentarios que recibió fueron buenos; hubo varios historiadores que se interesaron y les gustó mucho que se difundiera este trabajo.