Intervención del historiador de la UNAM en el coloquio Crónica de un cuartelazo
episodio de una traición ejemplar, señala Adolfo Gilly
Se trató de una historia entre militares, opina el autor del libro Cada quien morirá por su lado, publicado por Ediciones Era
En su momento Madero no fue glorificado por la prensa: El Fisgón
Sábado 23 de febrero de 2013, p. 3
Como en una tragedia clásica, oculta cabalgaba la traición
, cuando el presidente Francisco I. Madero encabezó la Marcha de la Lealtad por la calle que ahora lleva su nombre. A su lado Victoriano Huerta, quien al llegar al recién retomado Palacio Nacional fue designado jefe de la plaza, era cuestión de días, y más precisamente de una decena de días cuyo relato es de sobra conocido, para que el general Huerta apresara a Francisco I. Madero, José María Pino Suárez y Felipe Ángeles, y después mandara matar al presidente y su vicepresidente
, relató el historiador Adolfo Gilly, durante el coloquio Crónica de un cuartelazo.
La Decena Trágica, una traición ejemplar y un episodio de tragedia. Fue además y ante todo una historia entre militares
, señala el profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en su libro Cada quien morirá por su lado, publicado recientemente por Ediciones Era.
Para conmemorar el centenario de los acontecimientos ocurridos entre el 9 y el 19 de febrero de 1913, se reunieron una veintena de especialistas en el coloquio que comenzó desde el jueves y que en la última mesa de discusión, este viernes, participaron los historiadores Adolfo Gilly y Javier Garciadiego, director de El Colegio de México (Colmex).
Embestida contrarrevolucionaria
Una historia militar, no de la guerra o de las batallas, sino sobre qué pasa entre los militares, quiénes son, cómo son, por qué actúan así y por qué tienen acciones diferentes y contradictorias, qué los guía, esas cuestiones fueron el motivo de su participación, con la lectura de un ensayo, un exprimido de su libro, como la naranja
, explicó el autor de la Revolución interrrumpida durante su ponencia en el Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana (INEHRM).
Parte del origen de la caída de Madero viene desde muy lejos, no sólo desde su toma de posesión como presidente, detalló Gilly. Fue la confrontación entre Victoriano Huerta y Felipe Ángeles, quienes encarnaban dos almas y dos culturas del ejército mexicano durante la presidencia larga de Porfirio Díaz
y cuyos destinos se cruzarían en la presidencia de Madero y en la tragedia de febrero de 1913.
Una historia militar es lo que pasa en el alma, la mente y la moral de combate de los militares y sus ejércitos, y no sólo un recuento y relato de las armas ofensivas y las posiciones defensivas del orden de las batallas. El cuerpo de oficiales del ejército federal se subordinó a Victoriano Huerta, pero también en la trágica crisis de aquel febrero, sus varias almas se escindieron y después se enfrentaron en los campos de batalla. Su historia, la de ese ejército, se cerró con la derrota en la batalla de Zacatecas ante la División del Norte, conducida por Francisco Villa y Felipe Ángeles. Y con la huida sin honor de Victoriano Huerta. Éste, empero, es ya otro relato.
Y, en conversación de colegas, Javier Garciadiego continuó con la historia durante su participación con la ponencia De Madero a Carranza, en la que este último fue figura central de su discurso, así como la sublevación de Pascual Orozco durante la presidencia de Madero.
El orozquismo fue factor en el derrocamiento de Madero y en el ascenso de Huerta, pero también fue factor decisivo en la conformación del ejército constitucionalista responsable de la nueva etapa de la Revolución Mexicana. El orozquismo fue el verdadero eslabón entre la caída de Madero a manos de Huerta y el ascenso de Carranza
, fue parte del postulado central de Garciadiego.
Los organizadores de este coloquio son Adolfo Gilly y Antonio Saborit, a los que se sumaron Ariel Rodríguez Kuri y yo
, informó Garciadiego sobre ese encuentro auspiciado por al UNAM, el Instituto Nacional de Antropología e Historia y El Colmex.
Música de la época porfirista, de Julián Carrillo o Manuel María M. Ponce sonó minutos antes en el patio interior del INEHRM, al igual que fotografías y caricaturas de periódicos que dieron cuenta de la presidencia de Madero, en la mesa realizada antes, con el título Registros del cuartelazo.
Madero en su momento no fue glorificado
, incluso fue tratado con cierto desprecio por la prensa, planteó el caricaturista Rafael Barajas El Fisgón, quien abordó diversos momentos y las imágenes que acompañaron las notas periodísticas, en lo que llamó una campaña antimaderista en las revistas de caricaturas de 1910 a 1913.
Dicha acción fue un acto perfectamente organizado desde las élites, una embestida contrarrevolucionaria, es una campaña de desprestigio. Es la primera parte del golpe contra Madero, en la que vamos a encontrar puntos muy claros
, aseveró el colaborador de La Jornada sobre estas publicaciones negativas que se tomaron como un acto de libertinaje o de irresponsabilidad ante la naciente libertad de prensa declarada por el propio Madero.
Eduardo Contreras, investigador del Instituto Nacional de Bellas Artes, llevó a los asistentes a un viaje sonoro por aquellos días de principios del siglo pasado, con la reproducción de audios históricos y musicales.
Mientras, la historiadora del arte Rosa Casanova detalló páginas que quedaron capturadas en las visiones de diversos periódicos impresos durante la presidencia de Francisco I. Madero y la Decena Trágica.