Aunque la flor de cempasúchil fue cultivada por grupos prehispánicos, las variedades que se utilizan en la actualidad han sido mejoradas en el extranjero, señaló el doctor en ciencias en genética vegetal y profesor investigador de Fitotecnia de la Universidad Autónoma Chapingo, Miguel Ángel Serrato Cruz, quien destacó que dicha casa de estudios se propone mejorar genéticamente variedades de la planta.

En entrevista con La Jornada, el experto dijo que es esencial desarrollar nuestras variedades de estas flores endémicas del continente americano y que tienen múltiples usos, entre ellos, destacó, la obtención de bioplaguicidas, colorantes para la industria avícola y cárnica, y la generación de fertilizantes.

Señaló que en la época prehispánica el cempasúchil se utilizó con fines ceremoniales y medicinales, particularmente para combatir males gastrointestinales.

“Las dos variedades que se usan en el Día de Muertos, que son ornamentales, son la tagetes erecta y la tegetes patula. La primera es el cempasúchil amarillo y crema; la otra es de colores rojos y anaranjados. Como especies fueron domesticadas desde la época prehispánica y a la fecha se cultivan de forma tradicional.

El mejoramiento genético se ha llevado a cabo en el extranjero hasta ahora; sin embargo, en México hemos empezado un estudio sistemático que busca el mejoramiento genético. Las actuales variedades comerciales tienen un componente tenológico que se nos vende. El estudio de nuestros recursos nos permitirá obtener información básica para generar nuestras variedades, explicó.

Abundó que la Universidad Autónoma de Chapingo junto con el Sistema Nacional de Recursos Fitogenéticos –dependiente de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación– estudian diversas variedades y se han centrado en el potencial de los aceites esenciales de las especies de este género para generar bioplaguicidas orgánicos.

Añadió que este año la universidad dio los recursos para instalar una planta piloto de aceites esenciales por lo que en marzo del próximo año, habrá desarrollo de bioplaguicidas, anunció.

Destacó, además, que los tejidos del residuo tienen posibilidad de convertirse en fertilizantes líquidos, totalmente sustentables. La idea es que el gobierno federal pueda dar apoyos para la compra de los destiladores a los campesinos que optaran por esta técnica.

Las variedades con aceites esenciales, que están en proceso de registro ante el Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas, son 12 y esperan los derechos de obtentor.

El próximo año se dará inicio al mejoramiento genético para obtener productos ornamentales producidos en México.

El cempasúchil es una planta herbácea que no tiene gran rendimiento por hectárea; sin embargo, dijo, esto puede remediarse con un buen manejo agronómico, ya que en México se encuentran las dos más importantes representantes del grupo: zempoal-xóchitl, que significa veinte flores, y que son la tagetes erecta y la patula.