Moscú, 1º de noviembre. Para la procuraduría general de Rusia, Guennadi Gudkov, uno de los líderes del movimiento de protesta contra el Kremlin, quien recientemente fue expulsado de la Duma, no cometió ningún delito, es decir, no se dedicaba a los negocios como legislador –como se le acusó– y, por tanto, no le fincará responsabilidades penales.

Pero para la mayoría oficialista de Rusia Unida, eso no significa que se vaya a readmitir a Gudkov como diputado en la Cámara Baja porque, aseguran los dirigentes de ese partido, se le quitó el mandato no por haber cometido algún delito, sino por violar el reglamento, esto es, por dedicarse a los negocios.

Ni Cantinflas hubiera explicado mejor el injusto castigo a Gudkov. Quedó claro hoy que los diputados oficialistas y sus comparsas de la fracción demagógica de Vladimir Zhirinovsky simplemente cumplieron la voluntad política de la Oficina de la Presidencia, que quiere descabezar el movimiento de inconformes.

Se le expulsó de la Duma por simple votación –el pasado 14 de septiembre–, después de que el Comité de Instrucción distribuyó entre los diputados el acta de una reunión de accionistas de la empresa Kolomensky Stroitel, fechada el 5 de julio de 2012, propiedad de su esposa, en la que supuestamente participó el entonces diputado.

Gudkov explicó que no hubo tal reunión y que el acta, tras consultar los empleados con la propietaria por teléfono, se elaboró sólo para ampliar las facultades del director de la empresa, que sin ello carecía de autorización para firmar documentos.

Por error, se incluyó el nombre del legislador, quien cedió a su mujer 65 por ciento de las acciones que él tenía. Su hijo Dimitri Gudkov publicó en Internet fotocopias del pasaporte de su madre, en las cuales se puede apreciar que salió de Rusia el 26 de junio y regresó hasta el 20 de julio de 2012, por lo cual no pudo estar presente en la reunión de accionistas que figura en el acta.

Justo una semana después de consumada la expulsión, el Comité de Instrucción cerró la averiguación previa por no encontrar ningún delito imputable a Gudkov. Tampoco lo halló en la línea de investigación de que, como diputado, seguía dirigiendo la empresa de seguridad Pantan, por lo cual el líder opositor quedó libre de todo cargo el pasado 8 de octubre.

Que Gudkov es inocente se volvió noticia hoy, al publicar el diario Nezavisimaya Gazeta la respuesta de Viktor Grin, procurador general adjunto, a la interpelación del diputado comunista Vadim Soloviov.

Al comentar la respuesta recibida, Soloviov precisó: un diputado de ningún modo puede dedicarse a los negocios; si lo hiciera estaría incurriendo en un delito por el cual se le debería procesar. Ahora resulta que hay fundamento para expulsarlo de la Duma, pero no para fincarle responsabilidades penales.

Los oficialistas no piensan dar marcha atrás. Para Serguei Zhelesniak, vicepresidente de la Cámara baja y secretario general adjunto del partido Rusia Unida, Gudkov, siendo legislador, se dedicaba a los negocios, lo cual no es un delito, pero sí una violación directa de la ley sobre el estatus de los diputados, que da base legal para retirar el mandato, como hizo la Duma siguiendo su reglamento.

Gudkov no tiene intención de regresar, a menos de que la Corte Constitucional, que revisará su caso el próximo 20 de noviembre, dictamine que su expulsión fue ilegal.

En vigor, reformas a ley de información

En otro orden, las enmiendas a la ley de información, que señalan una lista negra de páginas web, entraron en vigor este jueves. En principio, se bloquea el acceso a sitios que las autoridades consideran dañinos, como los de pornografía infantil, venta en línea de drogas y los que contienen exhortaciones al odio étnico o religioso.

La oposición teme que las enmiendas se usen como pretexto para restringir las páginas web contrarias al Kremlin, en caso de que sus adversarios difundan llamados proscritos en las redes sociales, sin que dé tiempo a los administradores de red de retirar el material prohibido, en el plazo legal.