San Cristóbal de Las Casas, Chis., 21 de agosto. XECOPA, La voz de los vientos, de Copainalá, Chiapas, celebra su 15 aniversario con un amplio programa de actividades, que comenzó el pasado 19 de agosto y concluirá el 26. La radiodifusora surgió en 1997 como una de las 20 estaciones del entonces Instituto Nacional Indigenista y como resultado de los Acuerdos de San Andrés.

“Lo más importante este año –informa la poeta Mikeas Sánchez, directora de la estación de radio– son los festejos en homenaje a Julio Hernández Pérez (músico), Ángel Morales Hernández (estudioso de las tradiciones) y Juan Martínez Alfonso (danzante). Ellos son señores de Ocotepec, la idea es reconocer el trabajo que realizan en favor de preservar y difundir las tradiciones culturales de los pueblos. La mayoría de ellos pasan desapercibidos de la faz de la Tierra, sin que nadie valore su trabajo y dedicación. Recuerdo, por ejemplo, a mi tío abuelo. quien murió el año pasado: un hombre muy sabio, conocedor de las artes antiguas, músico, danzante, curandero, rezador, hablante del zoque culto. Murió sin que fuera reconocido su trabajo (que era invaluable) por la comunidad.”

Sabiduría milenaria

Precisa: “Así como él hay cientos de valores culturales, seres humanos dotados de esa sabiduría milenaria. Es necesario que los niños y jóvenes volteen a ver a estos señores, que los vean no sólo como a los ‘viejitos’ que tocan la música tradicional, sino que se den cuenta que detrás de esa música de flauta y tambor hay una historia cultural maravillosa que se nutre con la danza, los ramilletes, los simbolismos y los cuentos de la tradición oral.”

La XECOPA es una radio que recupera y difunde los valores culturales milenarios de los pueblos zoque y tzotzil, a la vez que permite las relaciones interculturales con otros pueblos que conforman este México tan diverso.

“En este sentido –puntualiza Mikeas Sánchez–, la voz de los vientos (y la radio en general) debe ser un medio para que los pueblos originarios se reconozcan a sí mismos como seres valiosos, dotados de riqueza cultural, esencia del México profundo, muy lejos del folclor en la que han querido sumirnos los medios monopolizadores de la comunicación. La radio es un medio también para combatir la pereza mental de nuestra sociedad, tan conformista y enajenada con la televisión. La XECOPA es una radio cultural indigenista, que tiene como finalidad primordial fortalecer la identidad del ser indígena. De esta forma promueve el uso social de las lenguas –en este caso, el zoque y el tzotzil– y favorece la difusión de sus manifestaciones culturales.”

Este año participan en el programa de aniversario otros pueblos de Chiapas hablantes de estas lenguas y será en Ocotepec donde se realice la actividad más importante: el festival intercultural que cada año se había celebrado en Copainalá, sede de la emisora.

Oportunidad de disfrutar el arte

Ocotepec, señala la escritora, es una de las comunidades donde mayormente se escucha la radio (el mayor número de hablantes de la lengua zoque están allí y en Tapalapa), también porque es  uno de los 28 municipios más pobres de Chiapas. Pienso que los pueblos indígenas, adonde no llega absolutamente nada de las manifestaciones culturales del país y la gente está ávida y curiosa, deben tener también la oportunidad de poder disfrutar de la música, del arte, lo cual está relacionado con los fines primarios de la emisora, porque desde el principio ha tenido esa meta: fortalecer la cultura y la lengua de los pueblos. Es importante que participen de sus propias manifestaciones culturales y conozcan las otras que hay tanto en la entidad como en el territorio nacional.

En cuanto a la experiencia que se ha logrado hasta la fecha, Mikeas Sánchez considera que “son muchas las necesidades que hay en los pueblos: desde información noticiosa sobre lo que ocurre en el país y en el mundo. Creo que la radio es un medio muy importante para dar una información pertinente y con un enfoque crítico que difícilmente podemos encontrar en México, la XECOPA es una alternativa. Las notas locales también son relevantes. Somos poblaciones indígenas, ciertamente, pero no por ello debemos estar excluídos del derecho a estar bien informados.

“Es difícil para nosotros también, porque somos un equipo que está formado por siete personas y transmitimos 12 horas diarias, queremos mejorar nuestra barra de programación. Cada año consideramos nuestro plan de trabajo y decimos: ‘bueno, vamos a fomentar los audiocuentos, dramatizar las leyendas de tradición oral’. Este año vamos a grabar música en los pueblos que aún nos faltan, la mayor riqueza que tiene nuestra fonoteca son las grabaciones de la música tradicional. También es importante el contenido radiofónico, y se nos complica muchas veces, porque somos muy poquitos y nos falta más gente que pueda aportar para mejorar.”

Sin embargo, señala, “también tenemos mucha participación de la gente: mandan sus cartas para los avisos comunitarios; por ejemplo, desde ‘se me perdió una vaca’ o ‘mi mamá me va a mandar dinero de Estados Unidos, este es el número de guía’. También en la música, los pueblos han evolucionado, lamentablemente no tienen muchas opciones de escuchar alternativas musicales, pero no podemos menospreciar su gusto musical para que puedan escuchar jazz, clásica y géneros que desconocen; no que no les guste, sino simplemente los desconocen. Tratamos ir dándoles un poquito de los diferentes géneros que hay en el mundo, y que también ellos pueden disfrutar”.

La radio es un medio mágico y maravilloso, agrega la poeta, porque permite imaginar, cosa que no hacen otros: la televisión es muy estática y te lo da todo, no te permite que pienses, imagines, reflexiones; en cambio la radio sí te permite imaginar, pensar. Creo que, como medio de información, además de comunicar algo, debe intervenir para que funcione el pensamiento.  Considero que es muy importante para las comunidades, porque necesitan esa motivación para estar informados y también para entretenerse.