El presidente Felipe Calderón recibirá el 27 de junio un premio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) por el programa de Estancias infantiles para apoyar a madres trabajadoras, operado por la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), en las cuales sólo se da cuidado y atención a menores de cuatro años, pero no se ofrece educación.

Para atender a los hijos de madres o padres de escasos recursos económicos, una persona sólo requiere tener secundaria terminada, una vivienda que se pueda adaptar con mobiliario para atender a los niños y un área de dos metros cuadrados por niño –incluidos muebles–, de acuerdo con las reglas de operación 2012 del programa.

El 10 de mayo el presidente Felipe Calderón anunció que recibiría un premio por este programa. En el acto público donde informó esto, el titular de la Sedeso, Heriberto Félix, leyó la carta en la que se informa al gobierno federal que el programa fue galardonado con el segundo lugar mundial del Premio de las Naciones Unidas al Servicio Público 2012 que otorga el Programa de Naciones Unidas de Administración Pública. El Programa de Estancias Infantiles fue inscrito en la convocatoria internacional que emite Naciones Unidas, postulándose dentro de la categoría Promoviendo el Enfoque de Género en la Provisión de los Servicios Públicos, y el Comité de las Naciones Unidas, integrado por expertos en administración pública, otorgó el segundo lugar a este programa, explicó el funcionario.

De acuerdo con información de Naciones Unidas, la finalidad del premio es descubrir las innovaciones en la administración pública, premiar la excelencia en el sector público, aumentar la confianza en el gobierno y mejorar la profesionalización en el servicio público.

Sin embargo, la entrega del premio fue cuestionada sobre todo por los padres de los 49 niños que murieron en el incendio de la Guardería ABC, quienes consideraron este reconocimiento como una burla.

Aunque en el Diario Oficial de la Federación se publicó en octubre pasado la Ley general de prestación de servicios para la atención, cuidado y desarrollo integral e infantil, aún no se elabora el reglamento, lo cual es algo que debería impulsar el gobierno del presidente Calderón, consideró Juan Martín Pérez, de la Red por los Derechos de la Infancia.

Sostuvo que se requieren normas oficiales que tienen que ver con salubridad, infraestructura, equipamiento y medidas de higiene. Estos marcos normativos enfrentan el desafío de la supervisión, puede haber leyes fantásticas, pero sin personal que supervise y mecanismos para que la hagan efectiva, tiene poco sentido. Es lo que se conoce como leyes de papel.

Desde que el 11 de enero de 2007 se abrió en Chalco la primera estancia, hasta ahora hay alrededor de 250 mil, las reglas de operación ignoraron la norma oficial mexicana 167, en la cual se fijan los requisitos para las guarderías. En ella se señala que debe haber espacios separados por grupos de edad y que la atención debe sustentarse en principios científicos, éticos y sociales. De igual forma, se deben realizar actividades educativas y recreativas que promuevan el desarrollo de las esferas cognitiva, afectiva y sicomotora.

En las estancias infantiles de la Sedeso, de acuerdo con las reglas de operación, sólo se plantea el cuidado y atención de los menores; se requiere un espacio físico suficiente para brindar los servicios de cuidado, atención y alimentación infantil a por lo menos a 10 niños y dar dos comidas calientes y una colación al día por menor, durante las ocho horas de permanencia en el lugar.

Mientras en guarderías subrogadas del Instituto Mexicanodel Seguro Social o del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado las personas que atienden a los niños tienen licenciaturas afines a la educación infantil, en las de la Sedeso las responsables no requieren conocimientos específicos en la materia, basta con que cuenten con secundaria terminada, aunque también pueden tener acreditaciones de cuidado de niños en centros de atención infantil.