Retendría la gubernatura por escaso margen y el PRI ganaría terreno en los municipios
Lunes 25 de junio de 2012, p. 37
Guanajuato, Gto., 24 de junio. Guanajuato se acerca a la jornada electoral con un Partido Acción Naconal (PAN) cuestionado por casos de corrupción y excesos de funcionarios, un Partido Revolucionario Institucional (PRI) dividido que no se ha repuesto de una designación cupular de su candidato a gobernador y una izquierda prácticamente testimonial.
El proceso del primero de julio, cuando se elegirán gobernador, 22 diputados locales y 46 alcaldes, será un plebiscito al PAN, que llegó al poder tras la concertacesión de 1991 y hoy está desgastado.
Tras un largo proceso interno que dejó inconformidades, el abogado Miguel Márquez Márquez, oriundo de Purísima del Rincón, obtuvo la candidatura del PAN, que a su vez formó la alianza Por el Guanajuato que Queremos con el Partido Nueva Alianza (Panal).
Durante la administración del hoy gobernador con licencia Javier Oliva Ramírez, Miguel Márquez fue director del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) estatal, y luego titular de las secretarías de la Gestión Pública y Desarrollo Social y Humano. Corrillos locales lo consideran uno de los más cercanos colaboradores de Oliva.
El gobierno de Oliva Ramírez está marcado por señalamientos de corrupción en varias dependencias; por ello Márquez Márquez se vio obligado a deslindarse del mandatario con licencia y de la organización de ultraderecha El Yunque.
División y avance del tricolor
El empresario Juan Ignacio Torres Landa García logró que la cúpula de su partido lo designara candidato del PRI al gobierno estatal, mientras, de manera paralela, un sector del tricolor intentaba convencer al secretario de Educación Pública federal, José Ángel Córdova Villalobos, de que encabezara una gran alianza contra el PAN.
La designación de Torres Landa molestó a los sectores priístas, y hubo quien pidió una elección interna. Otro desencuentro entre el candidato y la estructura partidista se dio con la conformación de la alianza Por el Bien de Guanajuato, con el Partido Verde Ecologista de México, al cual se cedieron espacios.
La designación de candidatos plurinominales causó otra fractura, pues se ofreció a la secretaria general del tricolor en la entidad, Yulma Rocha, una postulación plurinominal al Congreso local a cambio de su renuncia. La priísta cumplió, pero el candidato no.
Asimismo, diferencias entre los dirigentes estatales de los partidos de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano pulverizaron el voto de la izquierda, pues cada partido postuló un candidato a la gubernatura.
El PRD arropó al ex diputado local Arnulfo Montes; el PT, a Ernesto Prieto, cercano a Andrés Manuel López Obrador, y Movimiento Ciudadano improvisó a Enrique Eguiarte Alvarado.
Los tres se han convertido en promotores de López Obrador y pelean por estar junto a él cuando visita Guanajuato.
Un último ingrediente del proceso electoral es el gobernador sustituto, Héctor López Santillana, quien ha sido señalado por las dirigencias de PRI, PRD y PVEM en el Congreso local por hacer proselitismo electoral.
El mandatario sustituto ha recorrido el estado para entregar obras, poner en marcha programas sociales y visitar municipios donde el PAN ha ido a la baja. Así, se le ha visto con más frecuencia en Celaya, Irapuato y León.
En este marco avanza un acuerdo contra el PRI, pues las dirigencias de PAN, PRD, PT y Movimiento Ciudadano pidieron al Consejo General del Instituto Electoral de Guanajuato prohibir la entrada a las casillas con teléfonos celulares. El IEEG resolverá la petición la próxima semana.
Analistas locales señalan que el PAN podría retener la gubernatura con una ventaja mínima, aunque perdería municipios que formaron parte del feudo panista, como Celaya e Irapuato. La tendencia marca un avance del PRI en el corredor turístico, que comprende Guanajuato, Dolores Hidalgo y San Miguel Allende, mientras que el PRD se ubica con el 10 por ciento de la preferencia electoral.