Guadalajara, Jal., 22 de junio. Algún día las 80 hojas que componen la exposición de Francisco Toledo, Libreta de apuntes/sketchbook, que la noche del jueves fue inaugurada en el Museo de las Artes (Musa), de la Universidad de Guadalajara (UdeG), volverá a ceñirse a las fronteras del cuaderno donde el artista las plasmó en los años 80 del siglo pasado.

Por lo pronto y durante dos meses y medio, las imágenes espontáneas y sin corrección, donde habita un mundo de mujeres, falos, tortugas y fecundidad, flotan para ser admiradas en esta capital, en una muestra donde los intereses plásticos de Toledo (Juchitán, 1940) incluyen además trabajos de los años 70, como el tapiz Murciélago, realizado con tintes de origen animal y vegetal; Muchacha con las trenzas al aire, escultura de bronce y encáustica, y Camarones, óleo sobre tela, entre una docena más.

El montaje de las 80 hojas de 21 por 27 centímetros de Libreta de apuntes, ideado por el museógrafo Luis Blanco, se hizo en paneles colgantes donde se colocaron de tres a cuatro obras, iluminadas con luz fría y uniforme por ambos costados que permiten al espectador apreciar no sólo el dibujo, sino el anverso manchado por el trazo original.

Es el mundo de él, un pequeño muestrario donde no hay un hilo conductor; yo lo veo más como un ideario, algo que se le ocurrió y lo anota, relata Armando Colina, dueño de la colección y copropietario de la Galería Arvil, una libreta cuya edición facsimilar fue publicada en 2004 por el Fondo de Cultura Económica, acompañada de textos de Carlos Monsiváis y la periodista Anne Schumacher.

Oportunidad única

Colina señala que siempre les pareció absurdo que el trabajo de apuntes de Toledo se quedara guardado en un cajón y por eso se decidió, con el permiso del pintor y escultor, primero hacer la edición facsimilar y después crear una exposición itinerante que ya estuvo en el Museo Nacional de Antropología, en la ciudad de México, y en el Museum of Latin American Art, en Long Beach, California.

“La Libreta de apuntes fue un obsequio, según podrán ver en la dedicatoria que está en la página principal, del maestro Toledo, porque mi socio Víctor Acuña y yo vimos una exposición que nos impresionó muchísimo que se llamaba Yo soy la libreta y eran páginas de los diarios de Picasso. Compramos dos catálogos, uno para nuestra galería, donde tenemos una biblioteca de referencia, y otro para él. Fuimos a Oaxaca, se lo regalamos y estuvimos platicándole con entusiasmo de nuestra experiencia”, relata Colina.

Como en esa visita Colina y Acuña le narraron su interés por las libretas de artistas (poseen otra de Diego Rivera y Carlos Mérida), al poco tiempo llegó a la Galería Arvil un paquete desde Oaxaca enviado por Toledo. Era su Libreta de apuntes.

“La dedicatoria dice: ‘Armando, este es el regalo’. Me quedé estupefacto al ver las 80 páginas, es una maravilla”, agrega.

Tras su paso por Guadalajara, Libreta de apuntes irá al Museo del Estanquillo, en la ciudad de México, de octubre a febrero aproximadamente. Después se tiene planeado llevarla a la Pinacoteca de Monterrey y posteriormente a Torreón.

Realmente es una oportunidad única, porque algún día va a volver a ser libreta, concluye Armando Colina.