Presentan redición de su libro sobre el personaje prehispánico, publicada por Taurus
Se trata de una obra referencial
, señalan especialistas
La Serpiente Emplumada representa la fundación de la era del mundo en la que hoy vivimos, manifiesta el historiador a La Jornada
Sábado 23 de junio de 2012, p. 5
A partir de los más recientes descubrimientos en diversas áreas de la antropología y la arqueología, el historiador Enrique Florescano elaboró una nueva edición de su libro Quetzalcóatl y los mitos fundadores de Mesoamérica.
Se trata de una obra referencial
que desentraña y permite adentrarse en la identidad de uno de los personajes más famosos de la historia prehispánica de México, según los historiadores Elodie Dupey, Pablo Escalante, Érick Velásquez y Alejandro Díaz Barriga.
Estos especialistas participaron en la presentación del volumen editado por Taurus, efectuada la noche del jueves en la librería Rosario Castellanos del Centro Cultural Bella Época, del Fondo de Cultura Económica.
Dios polisémico
Entrevistado al término del acto, Enrique Florescano destacó que uno de los aspectos más importantes y atractivos de Quetzalcoátl es su múltiple personalidad, su carácter polisémico. Es decir, explicó, se trata de una entidad que encierra muchos personajes, símbolos y significados.
“Es una deidad que empieza como el Dios del Maíz entre los olmecas, ahora lo sabemos, ya no hay duda; después lo heredan los mayas, de lo cual tenemos ahora asimismo pruebas irrefutables, porque en 2001 se descubrió un mural bellísimo en San Bartolo (departamento del Petén, en Guatemala) en el que se ve al dios olmeca del Maíz convertido en divinidad maya del Maíz y está creando el mundo, con los cuatro árboles cósmicos que narra el Popol Vuh”, manifestó el investigador.
“Es el Dios civilizador, creador y fundador del reino. Allí empieza y después se va transformando; se adhiere a él Ehécatl, el Dios del Viento, que es la divinidad creadora de los teotihuacanos.
A partir de allí comienza una nueva vida muy compleja como dios fundador del nuevo cosmos tolteca, pero también fundador de Teotihuacán, que se vuelve el reino más poderoso e influyente de toda Mesoamérica: conquistan a los mayas, así como las regiones del Pacífico, el Golfo y el Norte. Es decir, se vuelven un imperio.
De acuerdo con el historiador, Quetzalcóatl se convirtió también en el emblema de la realeza tolteca, y por eso el rey de Tula se llama Topiltzin Quetzalcoátl, heredando ese nombre de la Serpiente Emplumada de Teotihuacán.
Dicho emblema se extendió a todos los reinos del área mesoamericana, señaló Florescano, porque Quetzalcóalt, la Serpiente Emplumada, representa la fundación del nuevo cosmos, de la nueva era del mundo, en la que actualmente vivimos, y también del reino más poderoso e importante de Mesoamérica, así como del dios protector de la civilización y la agricultura
.
Cascada de nuevos conocimientos
Acerca de las principales diferencias que hay entre esta nueva edición de su libro y la anterior, Enrique Florescano consideró que las mismas se derivan de la gran revolución que no han tocado los grandes especialistas, ni los arqueólogos ni los epigrafistas ni los historiadores del arte ni de la religión de Mesoamérica, que es el gran cambio que ha transformado nuestra idea del México prehispánico
.
Al respecto, precisó que ese cambio es fundamentalmente producto de las investigaciones que se han originado en Estados Unidos, Alemania, Francia y otros países desde los años 80 del siglo pasado hasta nuestros días.
La epigrafía, la simbología, la historia del arte cambiaron desde 1980 para acá, al punto de que hoy leemos la escritura maya, la zapoteca, la de los mixtecos y comenzamos ya hacer lo propio con la de los olmecas
, resaltó.
Eso ha dado como resultado una nueva interpretación de toda la historia antigua. Así que este libro es una actualización de esos conocimientos que comenzaron en los años 80 de la centuria pasada, pero que a partir del fin de ese siglo y hasta ahora se han vuelto como una cascada de nuevos conocimientos sobre la escritura, la cultura, la economía, la sociedad, la religión, la ideología y el poder. De modo que podemos decir que hoy tenemos una nueva historia de la antigüedad mesoamericana.
Durante la presentación de Quetzalcóatl y los mitos fundadores de Mesoamérica, los comentaristas coincidieron en definirlo como una de las mejores introducciones a la mitología y el mundo simbólico de Mesoamérica, y es fundamental para la exploración de los nexos entre religión y política
.
Entre las principales aportaciones de esa investigación de Enrique Florescano al debate mesoamericanista, Elodie Dupey destacó la propuesta del historiador de identificar la Serpiente Emplumada que aparece frecuentemente en Teotihuacán como un emblema de poder.
Tal propuesta descansa en una tesis que el autor ya desarrolló en obras anteriores, la cual defiende que la famosa Tollan a la que se refieren numerosas fuentes relativas a las culturas prehispánicas no es la ciudad tolteca de Tula, ubicada hoy en el estado de Hidalgo, sino Teotihuacán.