–La enfermedad afecta principalmente a personas jóvenes de 25 a 35 años de edad, aunque no es limitativo.

–60 por ciento de los casos son mujeres.

–Los síntomas iniciales varían, según la zona del sistema nervioso central dañada. Pueden ser trastornos como pérdida de la agudeza visual, de la percepción de los colores o la vista doble.

También pueden presentarse afectaciones sensitivas, entre otras, adormecimiento de brazos o piernas, dolor, sensación de hormigueo o quemazón; o de la marcha, baja de fuerza o menor coordinación motriz.

–Algunos factores desfavorables para el pronóstico del paciente son pertenecer al sexo masculino, tener el diagnóstico después de los 40 años de edad, que los síntomas sean motores con dificultad para caminar o afecten el equilibrio y que los brotes –daño de la mielina– sean muy frecuentes (más de dos en un año).