Saná, 21 de febrero. Los yemeníes salieron este martes a votar masivamente en un referendo para ratificar en la presidencia de la nación árabe al vicemandatario Abdo Rabu Mansur Hadi, a fin de que releve al cuestionado Alí Abdulá Saleh, quien lleva 33 años al frente del país asiático y ha optado por dejar Yemen después de un año de protestas populares.

Desde temprano se observó una gran afluencia de votantes luego de que más de 12 millones de ciudadanos estaban convocados a acudir a las urnas, en un proceso que no estuvo exento de actos de violencia en el sur autonomista, en donde al menos hubo 10 muertos, después de ataques de hombre armados del llamado Movimiento Sudista, informaron las autoridades.

Las elecciones son la única ruta de salida a la crisis que ha azotado a Yemen este último año, declaró Hadi, mano derecha de Saleh y ex general del ejército de 67 años de edad, después de emitir su sufragio.

Su candidatura es fruto de un acuerdo firmado en noviembre por Saleh y la oposición para una transición pacífica del poder y que a cambio le dará inmunidad al mandatario saliente y su entorno familiar y político.

De hecho, este acuerdo convierte a Yemen en el primer país árabe donde un levantamiento popular conduce a una solución negociada con la oposición política.

El acuerdo, en el que participan distintos partidos políticos integrados en un gobierno de unidad nacional, contempla que Hadi permanecerá sólo dos años al frente de la nación para promover reformas y después dar paso a nuevos comicios presidenciales.

Este referendo sobre la legitimidad del candidato único, fue organizado conforme a un plan elaborado por el Consejo de Cooperación del Golfo para el traspaso del poder político. Así, no solamente se pone fin al largo régimen de Saleh, quien incluso fue objeto de un intento de asesinato, sino también a la revuelta popular que ha dejado al menos 900 personas muertas.

El mandatario deja como legado una economía en ruinas, una rebelión armada en el norte, movimientos separatistas en el sur –como el de los independentistas que llamaron a boicotear los comicios–, la presencia de la red fundamentalista Al Qaeda en el país y un ejército dividido en el que los hijos y sobrinos de Saleh continúan comandando agencias y unidades claves.

Por último, el gobierno de Estados Unidos dijo estar alentado por la votación y felicitó a los yemeníes por este proceso democrático en favor de la transición pacífica, y afirmó que la seguirá apoyando, de acuerdo con una declaración difundida por el Departamento de Estado.