Hace 40 años que la policía no realizaba un desfile. Ayer, 3 mil 810 policías tomaron nuevamente Paseo de la Reforma, para mostrar lo que hacen en la ciudad en materia de desastres, rescate médico y seguridad, y acercarla a la comunidad, lo cual se ha logrado y tenemos un grado de proximidad mucho mayor al de hace 20 años, afirmó el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard.

Los avances tecnológicos, virtuales y digitales, la instalación de 13 mil cámaras de videovigilancia en la ciudad y en el Metro, la evaluación de los uniformados mediante la aplicación de un millón 800 mil cuestionarios, y el seguimiento de todos los casos investigados, que no hace ninguna otra policía en el país, nos coloca en la dirección correcta. Creo, y hay que seguir adelante, dijo al término del desfile Policía de la ciudad de México cerca de ti.

La realización de esta parada policial es un reconocimiento al esfuerzo que realizan los elementos todo el año, para proteger a la gente en todas las actividades deportivas o sociales, pues la filosofía de lo que estamos haciendo es acercar a la policía con la comunidad. Es la ruta que hay que seguir, y estamos en eso, comentó el funcionario acompañado de su esposa, Rosalinda Bueso; del secretario de Seguridad Pública, Manuel Mondragón y Kalb; el encargado de la Procuraduría General de Justicia, Jesús Rodríguez, y el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Édgar Elías Azar.

A las 15 horas, los elementos de las policías bancaria e industrial, auxiliar, de tránsito, del cuerpo de granaderos, Fuerza de Tarea, preventiva, montada, metropolitana y del Heroico Cuerpo de Bomberos, a pie o en alguno de los 236 vehículos o 100 caballos y cinco helicópteros conocidos como Cóndor, desfilaron por Paseo de la Reforma, del Ángel a Bucareli.

Cientos de capitalinos buscaron el mejor lugar para verlos, aunque a diferencia de otros actos similares, no hubo problema para acomodarse. Los que recibieron el mayor número de aplausos fueron los bomberos, mientras las rechiflas se dirigieron a los encargados del alcoholímetro. Nada más de verlos me duele la panza, expresó uno de los asistentes al recordar su paso por El Torito el año pasado.

Tras 50 minutos, se abrió a la circulación Reforma, entre palabras soeces a los uniformados por los automovilistas, quienes consideraron una insensatez cerrarla y obligarlos a irse por calles paralelas estrechas, donde todos íbamos a vuelta de rueda. No se vale que hasta en domingo tengamos problemas de tránsito.