Ocasión especial para el tenor Jorge Maciel: une a sus almas máter
Lunes 28 de noviembre de 2011, p. a12
Con el concierto De Carmen a la Llorona, en el Auditorio Nacional, el Instituto Politécnico Nacional (IPN) concluirá este martes el programa de actividades culturales con el cual celebró su 75 aniversario.
El programa está integrado por una selección de las más conocidas arias escritas para voz femenina, así como un homenaje a la canción mexicana, con algunos de sus más emblemáticos temas.
El elenco lo integran la soprano Lourdes Ambriz, la mezzo Verónica Alexanderson, la cantante tradicional Susana Harp, el tenor Jorge Maciel Negrete y los coros del Teatro de Bellas Artes y el Alpha Nova, que serán acompañados por la Orquesta Sinfónica del IPN, bajo la dirección de su titular, Gabriela Díaz-Alatriste.
Esta es una ocasión muy especial
para Jorge Maciel, pues le permitirá reunir sus dos ámbitos profesionales. Y es que además de canto y piano, también cuenta con la licenciatura en Informática por el IPN, profesión que ejerció hasta el año pasado, cuando después de dos decenios de trabajar para diversas empresas, determinó dedicarse de manera exclusiva al arte.
“Estoy muy emocionado, no sólo por actuar en el Auditorio Nacional, sino porque este concierto me permitirá juntar mis dos almas máter. Una lo es por carrera, la otra por formación; una por pasión, la otra para sobrevivir. Son dos carreras que nada tienen que ver, pero están juntas en mi persona”, señala el intérprete.
Jorge Maciel acepta que comenzó de manera tardía su carrera como cantante, pues tiene 43 años y sólo uno dedicado a esta actividad de forma íntegra.
Confiesa que si decidió concentrarse de manera exclusiva en su faceta de tenor fue porque hace hace un año fue cesado de su empleo en el área de computación: Después de los 40 (años) es muy difícil encontrar trabajo en carreras comerciales y, pues como no encontré algo, me metí de lleno a la música
.
A un año de ese giro en su vida y de hacer audiciones y tocar puertas en cuanto lugar puede, el tenor asume que tomó la decisión acertada y se expresa contento, no obstante que la remuneración económica es menor y requiere mayor diversificación, como abordar diversos tipo de repertorio y ejercer la docencia.
Estoy contento, muchísimo, ya no regresaría a la otra área ( a la computación). Eso es sólo dinero, y éste es relativo, siempre que uno trabaje tendrá para vivir. Lo importante es no ver lo económico como un fin
, señala.
“Doy clases particulares de canto y piano, así como en una Escuela de Bellas Artes en Chimalhuacán. Dedicarse al canto es difícil, pero por fortuna hay mucho en qué diversificarse.
Se puede cantar en muchos lugares; lo importante es abrir el panorama, porque hay mucha gente de ópera que no quiere cantar más allá de lo académico. Hay mucho el trabajo, sólo no debe cerrarse uno a la música mexicana, los boleros, tangos, teatro musical e incluso al mariachi y hay que cuidarse
.