Madrid, 15 de noviembre. El Tribunal Supremo de España absolvió a cuatro agentes de la Guardia Civil condenados por torturas y malos tratos, dejando sin efecto una sentencia en firme de la Audiencia Provincial de Guipúzcoa. Los policías españoles fueron encontrados culpables de vejar y torturar a dos miembros de ETA, Igor Portu y Martín Sarasola, a los que se les atribuye el atentado con una furgoneta bomba contra la Terminal 4 del aeropuerto de Madrid, el 30 de diciembre de 2006, y por este ataque los dos etarras fueron condenados a mil 40 años de prisión.

Los jueces del alto tribunal, Juan Saavedra, Andrés Martínez Arrieta, Julián Sánchez Melgar, Juan Ramón Berdugo y José Ramón Soriano, decidieron exculpar a cuatro de los 15 agentes juzgados por malos tratos, que fueron condenados a penas de entre dos y cuatro años y medio de cárcel. La medida supone también la anulación de la condena de ocho años de inhabilitación y las indemnizaciones de 6 mil euros por daño físico y síquico causado.

El Tribunal Supremo no aceptó las conclusiones del órgano provincial, que consideró probado que los agentes de la Guardia Civil insultaron, amenazaron de muerte y golpearon a los dos miembros de ETA en el proceso de su detención y en los diferentes traslados.

Portu y Sarasola fueron detenidos en la localidad guipuzcoana de Mondragón por agentes, y después de ser trasladados a una comisaría policial, donde fueron sometidos a la legislación antiterrorista española –que autoriza la incomunicación absoluta durante 13 días–, Portu tuvo que ser ingresado en la unidad de cuidados intensivos del hospital Donostia, con evidencias de haber sufrido vejaciones, torturas y malos tratos en su reclusión. Sarasola fue trasladado a las dependencias judiciales en estado escandaloso de lesiones externas.

En el caso de las supuestas torturas a Portu existe un informe médico –realizado por los especialistas del hospital vasco cuando certificaron su ingreso y diagnóstico–, en el que se confirman las lesiones que presuntamente sufrió a manos de los agentes españoles.

Según el documento médico, firmado por el colegiado Miren Koro Villar Eceiza, el detenido tuvo que ser ingresado alrededor de las 4 de la mañana en cuidados intensivos del hospital. El documento agrega textualmente: Paciente trasladado por la policía para valoración de lesiones tras su detención. Paciente refiere haber sido golpeado con puños y patadas en cara, tórax, abdomen y extremidades interiores. Refiere importante dolor torácico, disnea, con disfonía y dolor cervical y lumbosacro. No hubo pérdida de conocimiento. Refiere orinas oscuras.

La izquierda abertzale dijo en un comunicado que es escandalosa la absolución de los agentes, y añadió que la paz no llegará de la mano del inexistente estado de derecho español. En su opinión, la sentencia suscita el rechazo mayoritario de las fuerzas políticas y sindicales vascas, que ven cómo la paz no viene ni vendrá a Euskal Herria de la mano del inexistente estado de derecho español, sino de quienes reivindican el derecho a ser y a decidir del pueblo vasco.