Londres, 26 de octubre. El misterio sobre la muerte de Amy Winehouse ya está resuelto: según el resultado de una investigación judicial dado a conocer hoy, la cantante británica murió por intoxicación por alcohol.

Su repentino fallecimiento fue la consecuencia, no buscada, de este potencialmente mortal consumo de alcohol, dijo Suzanne Greenway, juez de instrucción en Londres. Los padres de la diva del soul escucharon entre lágrimas las conclusiones de la investigación. Winehouse no había bebido nada durante las tres semanas anteriores.

El comité de investigación calificó la muerte de tragedia. Los resultados señalan que por cada 100 mililitros de sangre el cuerpo de Winehouse presentaba 416 mililitros de alcohol. Es decir, 4.16 por mil. En Reino Unido, el nivel de alcohol en sangre a partir del cual ya no está permitido ir al volante son 80 mililitros.

Winehouse tenía 27 años cuando fue hallada muerta el 23 de julio en su vivienda de Londres. La cantante de éxitos como Rehab o Back to Black había luchado durante años contra sus problemas de drogas y alcohol, por lo que se temió que pudiera haber fallecido por sobredosis.

Sin embargo, un primer examen toxicológico no dio resultados claros, por lo que se inició la investigación forense. No obstante, sí se constató que no había sustancias ilegales en su organismo. Los padres de Winehouse subrayaron en varias ocasiones que ya no consumía droga y que en el momento de su muerte se había sometido a una desintoxicación de alcohol.

Durante la vista celebrada en Londres, en la que hablaron entre otros la doctora de cabecera de Winehouse y varios forenses, se señaló que la cantante no consumía drogas desde finales de 2008. En cuanto al consumo de alcohol, se alternaron temporadas de abstinencia total con otras en las que bebía ingentes cantidades. Antes del 20 de julio había estado entre dos y tres semanas sin beber. Además, tomaba medicamentos para mitigar las consecuencias de la desintoxicación y la ansiedad.

En el dormitorio de Winehouse se hallaron tres botellas vacías de vodka, dos grandes y una pequeña, informó la policía. También se dieron a conocer resultados más detallados de la autopsia: pese a los años de consumo de alcohol y drogas, todos los órganos importantes del cuerpo de Winehouse estaban en buen estado, entre ellos el hígado y el corazón.

Los padres expresan gratitud a fans

El guardaespaldas de la cantante contó que en la víspera de su muerte Winehouse estuvo oyendo música y viendo televisión en su habitación y que la escuchó incluso reír. En la mañana pensó en un primer momento que todavía estaba dormida. Sólo en la tarde sospechó algo porque la cantante no solía dormir mucho. Tenían grandes planes para los siguientes días, agregó.

La familia Winehouse agradeció por su parte las cartas de apoyo de los fans. El tribunal ha oído que Amy trabajaba muy duro para solucionar sus problemas con el alcohol, señala un comunicado.

Duele mucho que no haya podido ganar esa lucha.

Christina Romete, médico de Winehouse, contó que durante años advirtió a la joven que no podía seguir consumiendo alcohol y drogas. Le explicó tanto de forma oral como escrita cuáles eran las consecuencias de esos consumos sobre su cerebro, su corazón, su hígado y sobre su fertilidad.

La tarde de la muerte de Amy Winehouse, Romete había visitado a su paciente. Aunque parecía ligeramente bebida, se encontraba estable. Era terca y estaba decidida a hacer todo a su manera, dijo la doctora. Aquella tarde Winehouse le dijo que no sabía si podría dejar de beber. Pero no quería morir. Deseaba vivir el futuro, dijo la doctora.