El PRD llega a la elección interna para renovar órganos de dirección en medio de descalificaciones, acusaciones de fraude y polarización de sus corrientes. El partido se juega su futuro inmediato. De la forma en que sortee este proceso dependerá, en gran parte, la forma en que llegue a la elección presidencial de 2012.

El próximo domingo 23, por mandato del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), el partido del sol azteca deberá renovar sus consejos estatales y nacional, además de elegir a sus delegados al congreso nacional. De acuerdo con el padrón, 3 millones 150 mil militantes podrán acudir a las 4 mil 427 casillas que serán instaladas en todo el país, casi la mitad de ellas en el Distrito Federal y estado de México. La elección tendrá un costo de 6 millones de pesos.

La trascendencia de este proceso radica en que estos órganos renovados serán las instancias partidistas en que recaigan las decisiones hacia la elección presidencial del año próximo, incluidas la selección de candidatos y la formación de alianzas con otras fuerzas políticas.

Esta renovación fue ordenada por el TEPJF en respuesta a una queja interpuesta por el senador Carlos Sotelo –de la corriente Frente Nacional Patria para Todas y Todos– y de otros militantes perredistas, quienes se inconformaron por las reiteradas posposiciones de la convocatoria para elegir consejeros y congresistas, pues la dirigencia nacional pretendía retrasarlas hasta después de la elección del candidato presidencial.

La sentencia ordenó al PRD elegir a sus dirigentes antes del 15 de noviembre.

Tras la convocatoria surgieron diversas inconformidades que se pusieron de manifiesto la semana pasada, con acusaciones de la secretaria general del partido, Dolores Padierna, y de la corriente Izquierda Democrática Nacional (IDN), en contra de Nueva Izquierda (NI), Alternativa Democrática Nacional (ADN) y Foro Nuevo Sol (FNS) por secuestrar el proceso electoral, y orquestar desde la Comisión Nacional Electoral un fraude que dé el triunfo a los representantes de estas corrientes, y con ello la mayoría en los órganos de dirección partidista.

Las acusaciones fueran desmentidas desde uno de los bandos, pero reiteradas por el otro. Se pidió la renuncia del presidente nacional del partido, Jesús Zambrano, y en contraparte se solicitó a Dolores Padierna actuar como secretaria general de todos los militantes y no como jefa de una de las corrientes. El senador Sotelo no descartó recurrir de nueva cuenta al TEPJF, si la elección interna no se recompone.

La corriente IDN mantuvo durante dos días un plantón frente a la sede de la Comisión Nacional Electoral (CNE) del PRD, que fue levantado el pasado sábado, luego de alcanzar algunos acuerdos sobre la designación de delegados estatales electorales. Pero no fue resuelta su inconformidad por la designación de dos empresas y un particular que recibieron los contratos para imprimir las boletas.

El presidente de la CNE, Iván Texta Solís, aseguró que la seguridad del proceso está garantizada, dado que las boletas contarán con varios filtros de seguridad y los impresores ya han trabajado con el partido en ocasiones pasadas, con resultados postivos.

Sin embargo, IDN informó que acude a la jornada electoral del próximo domingo bajo protesta. Todavía ayer, en un recorrido donde se confirmó la inexistencia del domicilio fiscal del impresor particular, en el municipio de Naucalpan, Socorro Ceseñas, secretaria de acción política electoral del partido, acusó a Jesús Zambrano de agandalle. El presidente nacional del PRD pretende cometer un nuevo fraude electoral, similar al de 2008, en favor de su corriente Nueva Izquierda y de sus aliados, denunció Ceseñas.

Plazo fatal

El tiempo se agota para decidir una eventual coalición con el resto de los partidos de izquierda y el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), y la forma en que deberán elegir candidato presidencial entre Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard Casaubon. Los convenios de coaliciones y acuerdos de participación deberán ser registrados por los partidos políticos a más tardar el 18 de noviembre ante el Instituto Federal Electoral (IFE).

Las diferentes expresiones y corrientes del partido inician una semana crucial para resolver sus diferencias; de ello depende el futuro inmediato. Zambrano hizo ya un llamado a todos los liderazgos del sol azteca para llevar a cabo una jornada interna que responda a la unidad y muestre al PRD como una opción real de gobierno, de cara a las elecciones federales.